Yain, Amantes del vino en Teruel
Recibimos el otoño y la nueva temporada con la mochila preparada para cargarla de nuevas y fantásticas experiencias, la primera en cargar fue desde Aragón, concretamente en la ciudad del amor y del jamón por excelencia en España, nos referimos a la ciudad encantada de Teruel.
Paseando por sus rincones llegamos a la fuente del simpático Torico, que lo que le hace grande no es precisamente su tamaño, sino la gran historia que esconde y la simbología que tiene para la ciudad y para con los turolenses.
Sus calles te envuelven en arte, arropándote preciosas arquitecturas de diferentes tiempos, de carácter mudéjar, modernista y neumudejar compartiendo lugar, que no espacio.
Emblema de la arquitectura mudéjar como bien nos muestra la Catedral de Santa Mª de Mediavilla, la Torre del Salvador, la Torre de San Martin, la Torre e Iglesia de San Pedro con una belleza extrema de su techumbre, su maravilloso retablo mayor de madera tallada del francés Gabriel Yoli, hace que se pare el tiempo observando cada detalle que guarda tan hermoso mobiliario, he de destacar que en una de sus capillas se encuentra el Mausoleo de los Amantes de Teruel con sus restos.
Después del tal enriquecedor paseo nos dirigimos como buenos amantes pero en este caso del vino y nos dejamos seducir por Yain, teniendo así un final más feliz que el que tuvieron Diego de Marcilla e Isabel de Segura (Ilustres amantes de Teruel), en este caso tocamos el cielo pero de distinta manera.
Nos recibió el gran Raúl Igual, propietario, maître y sumiller del restaurante Yain nos acogió con la elegancia y sencillez que lo caracteriza.
Excelente profesional y buen amante del mundo del vino, escucharlo es de gran goce, rozando lo celestial por su gran sabiduría. En su haber data de una extensa formación académica y profesional, perteneciendo en el pasado al equipo de El Bulli y ahora frente a Yain.
Tras alzarse como mejor sumiller de España en 2010 en el año 2012, tras superar a diversos campeones de España, participó representando a España en el Campeonato al mejor sumiller europeo y en el año 2013 participo en Tokio (Japón) representando a España en el Campeonato al mejor sumiller del mundo.
El restaurante tiene una mágica historia y es que por medio de “conspiraciones del cosmos”, destino o simplemente coincidencias de la vida (como queramos llamarlo) hizo que fuese hallada bajos los cimientos de lo que hoy en día es el restaurante una bodega judía del S. XIV. En hebreo Yain es el significado de vino, de ahí proviene tan característico y bonito nombre.
Como no podía ser menos este restaurante consta de una fabulosa bodega a varios metros bajo el suelo con vinos de todo el mundo escogidos con mimo por Raúl.
En Yain apuestan por productos de 1ª calidad y excelentes elaboraciones uniendo a la perfección tradición e innovación, la presentación de sus platos es impecable y con un trato intachable al comensal.
Además de cuidar cada detalle relacionado con el servicio del vino como es la temperatura optima de consumo y la copa a utilizar, cuentan para ello con copas de primeras marcas como Riedel o Schott Zwiesel.
El disfrute estaba asegurado y preferimos encomendarnos al savoir affaire de Raúl, depositando en él toda nuestra confianza para la elección de los platos y los vinos a maridar, las delicias fueron las siguientes:
-Blinis de anchoa del Cantábrico con pipirrana, maridado con una copita de Fino Dos Palmas de González Byass (selección dos botas).
Equilibrio puro, finura, persistencia, mucho más que un fino amontillado. Festival de sinergias entre vino y plato. Anchoas con sabor y solidaridad aunados.
-Rollito de ternasco de Aragón con cúrcuma, maridado con un Alsaciano Grand Cru Zinnkoepflé del 2006 -Domaine Leon Boesch-.
Espectacular unión de texturas complementándose a la perfección con este vino redondo, ancho y oleosidad comedida, múltiples aromas a flores marchitas, hidrocarburos y fruta escarchada. El carácter especiado del plato es un compañero ideal para este gran vino.
-Bacalao a la Lisboa Antigua, “maridaje geográfico” con un vinho verde del 2013 Alvarinho Contacto -Anselmo Mendes-.
Gran arraigo y tradición, si los sentimientos tuvieran sabor este plato lo mostraría a la perfección. El vino es vertical, directo y algo punzante, nos ofrece una nariz amable con aromas a flor amarilla y pipa pelada. Con ese estilo donde se aprecia que la madurez se busca un paso más de lo habitual en la zona haciéndolo muy redondo.
-Ragú de ternasco de Aragón, maridado con un Graciano con un paso por barrica de 18 meses, Exopto 2011.
Explosión de sabores, el vino dio la cara expresándose con fuerza frutal, fruta negra y especiado, notas de maderas nobles y un elegante largo final. Todo lo que necesitaba un plato con tanta esencia, puro sabor.
Como colofón llego el postre cargado de historia y maridado con un emotivo brandy
En este apartado queremos hacer una honorificentia nominandus para el Brandy de Jerez Pvnto Azul Prestige de la desaparecida bodega Pedro Romero y nos unimos como parte de esta gran familia del mundo del vino al pesar de todo lo acontecido. ¡El esplendor de un punto azul brillara por siempre en nuestro corazón!
-Pastel Ruso con helado de turrón, maridado con el maravilloso brandy de Jerez Pvnto Azul Prestige –Pedro Romero-.
Supremo a la par que fascinante Pastel Ruso, realmente el más exquisito que hemos probado, se unió perfectamente al majestuoso Pvnto Azul Prestige, este nos indicó complejidad con potentes aromas pero sutil en matices, aromas a frutos secos, maderas nobles envinadas, vainilla y hoja de puro. Para llorar de rico, imprescindible.
Como anécdota referente al origen de tan delicioso dulce contaros que sus creadores fueron unos reposteros Españoles, procedentes de Huesca, a los que les fue encomendada tan ardua tarea en una cena organizada por Napoleón en el año 1855. En la cual asistió como invitado de honor Zar de todas las Rusias, este quedo tan prendado de dicho pastel que desde ese mismo momento fue bautizado con el nombre de Pastel Ruso. También coincidiendo con el año de la clasificación Les Grands Crus classés y Exposición universal de Paris.
Efectos de gran alegría, gozo e infinidad de bellos sentimientos fueron surgiendo a lo largo de tan enriquecedora jornada, las palabras de agradecimiento para Raúl y su equipo se quedan cortas para todo lo que nos transmitieron. Eso hizo que nada más salir de Yain nos provocase el deseo de volver pronto.
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