Lecciones del Maestro
Plantarse delante de ciertas personas a conversar acerca de las cosas que se quieren propone siempre un dilema de objetividades que pocos pueden vencer, se omiten pequeños defectos para hacer hincapié en las virtudes hasta el punto de centrar la atención siempre en lo positivo, trasladado al mundo del vino en ocasiones encontramos vinos que nos enseñan lo que queremos ver, cuando uno prueba uno de los vinos de D. Alfredo Maestro cualquier tipo de intermediación es totalmente innecesaria porque ellos se expresan con franqueza de principio a fin, en ellos no hay ciertas cosas, no pretenden la búsqueda de la filigrana y en ello radica su grandeza, tienen lo que debe tener un buen vino, los matices de cada parcela, la sinceridad que te aporta la viña, sin mas florituras, un reposo en barrica lo termina de pulir dándole el punto justo, ni mas ni menos, encumbrando la fruta y dotándolos de una suavidad y un paso por boca inimitable.
Tuvimos la oportunidad de probar en bodega Viña Almate 2009, Castrillo de Duero 2008, La Olmera 2009 y La Guindalera 2009, si no fueron mas fue desde luego por la premura de nuestra visita por ejemplo su merlot 2009, 46 cepas de gloria para los que ya lo han probado (fuentes veremeras de gran fiabilidad).
Ahora catacaldos de la mancha los hemos recatado con la pausa que merecen los vinos y estas son nuestras humildes impresiones:
Viña Almate 2009 (100% Tempranillo – 6 meses en roble francés usado y azuelado):
Rojo cereza con ribete granatoso brillante y de capa media. Lagrima gruesa.
Nariz de media intensidad pero plena de fruta, notas de frutilla roja, petit suisse de fresa, lácteos, junto con matices de café sin tostar y golosinas que al oxigenarse muestran un fondo de tostados sutiles y pimienta.
Vinoso, fresco, con buen paso nos resulta jovial y resultón, con mucha fruta en boca, una tanicidad presente pero no agresiva dando lugar a una leve astringencia y un amargor muy presente incluso en el final de media longitud pero de marcado carácter frutal de marcada sabrosura.
Castrillo de Duero 2008 (100% Tempranillo – 12 meses en roble francés usado y azuelado):
Rojo cereza con ribete granatoso de capa media y buen brillo.
En nariz potente fruta roja, chucherias, lácteos (sándwich de nata), balsámicos e incluso notas florales (violetas). Al airearse aparecen notas de pólvora y pedernal siempre sin restar protagonismo al aspecto frutal característico. Mas tarde aparecen notas aldehídicas.
Fresco, de buena entrada y paso por boca, aromático en boca, destaca su estructura en boca, excelentemente bien definida y su cuerpo medio. Tanicidad domada y muchos matices aromáticos a frutilla roja, pétalos de rosa y golosinas, final medio muy amable y sabroso.
Viña Almate La Olmera 2009 (100% Tempranillo – 12 meses en roble francés usado y azuelado):
Rojo cereza subido con ribete violáceo de capa media-alta y que tiñe mucho la copa.
Nariz intensa a moka y pomelo que inundan nuestras primeras sensaciones, lácteos y frutilla negra se muestran cuando esta se abre junto con algunas notas de hierba fresca, arcilla y café de puchero.
Buen ataque, fresco y de acidez marcada (por integrarse), tanicidad marcad pero no desagradable ni agresiva, con cuerpo y un marcado carácter cítrico. Final medio-largo.
Un vino con mucho potencial pero que creemos que necesita todavía mucha botella para terminar de ensamblarse.
Viña Almate La Guindalera 2009 (100% Tempranillo – 12 meses en roble francés usado y azuelado):
Rojo cereza subido de tono con ribete violáceo y capa media-alta. Lagrima gruesa y lenta.
Nariz de intensidad media-alta con recuerdos a frutilla negra, lácteos, un ligero toque auvado, notas de cereal, nata fresca, tostados sutiles y balsámicos que al airearse terminan acompañándose de un leve toque aldehídico.
Licoroso en boca, buena acidez y mucho cuerpo, tanicidad y potencia agradable, finura y elegancia. Notas de café y un ligero perfil verde en boca, con mucho recorrido y clase. Aromas en boca a frutilla negra y notas de café para un final medio-largo.
Este vino ha dado el paso que dará La Olmera, mostrando un potencial también muy amplio pero ya formando un conjunto más armónico.
Como resumen podemos decir que Viña Almate 2009 y Castrillo de Duero 2008 proporcionan un inmenso placer al degustarlo ya en la actualidad y a un precio imbatible mientras que La Olmera 2009 y La Guindalera 2009 nos ofrecen unas miras de futuro donde se adivina mucho potencial tanto aromático como táctil, vinos a seguir sin duda.
Mil gracias Alfredo por todo.
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