CATACALDOS DE LA MANCHA

El amor al vino puede entenderse de muchas maneras, en algunos casos nos quedamos con la superficie e incluso encontramos personas que así se autodenominan pero su s formas distantes y altivas hacen perder la más grandes de las esencias que obtenemos al descorchar, el aspecto social, la confraternización con quien compartes una buena copa de vino va más allá de gustos o variedades. En esto también encuentras personas que su filosofía gira entorno a esta idea, personas que verdaderamente aman el vino del amor al prójimo, este es el caso de D. Baldomero Canovas que no contento de juntarse de cuando en cuando con su familia y amigos a brindar con una copa de vino en la mano decidió hacer su propio vino donde se embotella esa esencia, la del cariño y claro como todos sabemos en estos temas el dinero no tiene el valor malévolo que esta sociedad le ha dado.

En una zona de climatología severa para el viñedo siempre que tengo el gusto de acercarme a verlo lo veo maquinando el próximo paso a dar, un tinto de Monastrell estupendo, acorde con la zona y que ya quisieran muchas bodegas con equipos carísimos y de vanguardia, un blanco de uva de mesa que el tiene bien a mano con el que consigue una nariz de gran atractivo pero que en boca no terminaba de llenarlo lo cual le hizo lanzarse a previo estudio de variedades plantar unas viñas de Viognier y Picapoll para conseguir su nuevo blanco con excelentes resultados, hace no tanto un catamos un “vino” hecho con naranjas y no me extrañaría que con la pasión que le pone cualquier día aparezca algo así embotellado.

En esta ocasión catamos a ciegas como solemos los dos blancos que yo vengo a llamar Azul y Dorado por las tonalidades de sus botellas, el primero procedente de la uva de mesa denominada Italia y el segundo de las viníferas Viognier y Picapoll al 50%.

Casa de la Ceña Azul 2012 (Procedente de uva de mesa variedad Italia):

Amarillo limón con reflejos verdosos, leve turbidez debida a que no es filtrado.

Nariz de media-alta intensidad con gran carácter cítrico (Pomelo y naranja), frutas y flores blancas muy presentes, recuerdos a limón maduro y polen.

Entrada dulce, algo golosa, muy floral en esta fase, leve untuosidad y algo licoroso. Notas auvadas, sensación grasa en boca con un pequeño toque calido. Final medio con un toque amargo marcado que le aporta mas longitud de sabor que de aroma.

Casa de la Ceña Dorado 2012 (Viognier y Picapoll al 50%):

Amarillo dorado brillante y limpio, visualmente parece aceite de oliva por el tono y por ser algo glicérico.

Nariz media con recuerdos a melocotón en almíbar y albaricoque, polvos de talco, desván, notas balsámicas de fondo que recuerdan a la resina de pino. Al airear manzana roja asada, canela, algo de cereal y flor amarilla.

Entrada amable, intenso y de acidez apropiada, que sujeta el conjunto y le aporta paso por boca. Fruta blanca y de hueso en esta fase con un fondo algo aldehídico, heno y suaves amielados. Untuoso con algo de cuerpo y mayor numero de caudalías en boca además de poseer un retronasal más duradero.

Enhorabuena por tu tesón, por aportar todo ese cariño que hace de cada vino una ocasión especial para compartir.

14 de Marzo de 2013