Catando albariños bien distintos

La siguiente cata de vinos en grupo se planteó alrededor de la variedad Albariño, noble cepaje cuyo fruto nos aportan algunos de los más estilizados vinos blancos de la península, los más próximos a esos grandes vinos centroeuropeos que siempre están en boca de todos a la hora de destacar el tremendo potencial de los vinos blancos. A nadie se le escapa que las notas florales y finura aromática junto con el equilibrio dulce/acido hacen de estos varietales una excelente opción para copear y mucho más como se demostró en esta cata.

En los días previos los vinos de diario que me acompañaron fueron de esta variedad, quería refrescar el punto de partida y de entre vinos como Algarada 2012, Viña Heredium 2011 o Lolo 2012, básicos de supermercado, muy poquitos aportaron esas notas distintivas en cuanto a sutileza y equilibrio se presume si bien los dos últimos nombrados no dejaran de proporcionar placer en el contexto apropiado.

Con estos antecedentes afrontamos la cata de los siguientes vinos, Señorío de Sobral 2012, Pazo Señorans 2012, Pedralonga 2012, Pazo Barrantes 2012, Attis 2011 y La Comtesse 2009, no fuimos demasiado estrictosal escoger el orden de cata ya que queríamos catar uno tras otro los dos vinos procedentes de la misma bodega, la perteneciente al grupo Marqués de Murrieta, hablamos como no de Pazo Barrantes 2012 y La Comtesse 2009 con el margen de que en la recata podríamos barajar las posiciones en función de un ordenamiento más sopesado y basado en la linealidad de percepciones.


Señorío de Sobral 2012 es ese corte de vino tan sencillo que te llama la atención de manera muy escalonada pero en esa progresión reside su encanto, todo bien ubicado y mesurado, desde incluso su presentación en botella bastante similitud en su concepto al Vinho Verde portugués.
Puntuación: 82/100

Pazo Señorans 2012 fue quizás el vino más complicado de la noche, al que costo más encontrarle su esencia, la aireación le sentó como un guante para mostrar ese equilibrio de fruta y flor con un magnífico trabajo con las lías. Destacó sobre todo por su fondo granítico y su longitud en boca.
Puntuación: 84/100

Pedralonga 2012 destaca por su perfil atlántico, su fruta cercana al albaricoque y al membrillo cuando hasta ahora los vinos catados mostraban perfiles aromáticos más cercanos a la fruta blanca en diversos grados de madurez. En boca muy salino y al mismo tiempo levemente almibarado, también su tacto y notas comedidas de su trabajo con sus lías finas que recuerdos a frutos secos. Destaco por su originalidad sobre los demás, quizás por realizar la fermentación maleoláctica sobre sus lías.
Puntuación: 88/100


Attis 2011 también poseía gran originalidad pero sirvió más para descolocarnos que para enamorarnos, las notas a piña, hierbabuena y lima hacían que este blanco estuviera más cerca del mojito que lo deseable, eso si nadie puede negarle un buen trabajo con las lías que se percibe especialmente en boca.
Puntuación: 83/100

Pazo Barrantes 2012 suscito unanimidad, si de toda la cata tuviéramos que escoger el arquetipo de albariño seria este, inmenso, floral, gran equilibrio acidez/dulzor y táctilmente amable, conservando el carácter atlántico de la tierra que lo vio nacer.
Puntuación: 87/100

La Comtesse 2009 nos sitúa en otra dimensión, un albariño de autor, de madurez excelsa y gran complejidad aromática, un vino para disfrutar, despacio. Poderoso y versátil para el maridaje, gran volumen y mineralidad, en la añada 2010 catada en el Salón Peñin de los mejores vinos encontré todavía más clase y finura pero una necesidad de botella para terminar de armonizar, encontré más potencial, me resulto como una añada superior pero es que este 2009 está en un punto delicioso así que disfrútenlo, tardaran en olvidarlo, no solo por sus caudalías sino porque volverán a él, como yo lo hice, como yo lo haré.
Puntuación: 90/100


En definitiva una cata muy amena, con vinos como adelantábamos en el titulo bien distintos y aquí creemos radica el magnetismo del vino y quizás una de las sus mayores bondades a difundir, esa diversidad que hace que puedas encontrar tu vino ideal, cuando avanzas un poco más en este apasionante mundo aprender a dar con el vino ideal de cada momento, sin miedo a equivocarse ni ciñéndose a incomodos encorsetamientos, el que más disfrute nos aporta con la comida y sobre todo con la compañía porque no olvidemos que si hay una bebida social esa es el vino.