BUTROI: Txakoli moderno cimentado en la tradición.

Nuestro país cuenta con una gran diversidad y extensión de viñedos por todo su territorio y a nosotros nos apasiona bucear para descubrir nuevos rincones y sobretodo compartir experiencias con sus gentes lo cual creemos da sentido a cada aventura enológica. En este caso nos encontramos en la parte norte de la península desde donde queremos hacer una digna mención al vino Txakoli nombre proveniente, según  el investigador tolosarra José Uría Irastorza, de “etxeko ain” que traducido al castellano es “lo justo para casa” refiriéndose a las cantidades elaboradas por las familias de este vino y como es justo hablar de estos vinos lo queremos hacer  a través de Bodega Butroi.



Procedentes de Getxo tras haber pasado una magnifica mañana por la capital cortada por la ría Nervión nos dirigimos en una agradable tarde hacia esta joven bodega situada en la zona de Gatika (Vizcaya) y para sorpresa nuestra encontramos una bonita parada improvisada en el Castillo de Butrón. Butroi fue fundada por cuatro emprendedores que elaboraban pequeñas producciones de txakoli y que decidieron aunar fuerzas, sumando virtudes y reduciendo costes logísticos para continuar con una tradición mejorada bajo el consejo regulador  D.O. Bizkaiko Txakolina.



Nos abrieron las puertas de la bodega David y José donde durante una amena e interesante conversación en torno a una copa de txakoli nos contaron con gran afán el proyecto que tienen en marcha donde se mantienen las marcas de origen bien afianzadas entre los clientes de la zona donde se consume casi la totalidad de la producción, estas referencias son Etxebarria, Sasine y Oletxe a las que se le suma la marca Butroi que aúna lo mejor de sus viñedos ubicados en Gatika, Zamudio, Lezama y Larrabetzu donde trabajan con mimo las variedades blancas Hondarrabi Zuri, Petit Courbu (o Hondarrabi Zuri Zerratia) y Mune Mahatsa (o Follé Blanch o Picapoll) y Hondarrabi Beltza en tintas para su Ojo de Gallo comercializado bajo la marca Sasine.



Hablamos largo y tendido de algunas diferencias con respecto a la DO Getariako Txakolina, la diferente utilización de la espaldera o el sistema de parrales, rendimientos, porcentajes mínimos de uva tinta para las elaboraciones de rosado así como la mayor cantidad de carbónico en el producto final y su escanciado entre otras.

En nuestra humilde opinión tras la cata entendemos que cuando hablamos de las marcas de origen Etxebarria, Sasine y Oletxe encontramos un txakoli más directo, más amoldado al txikiteo tradicional por su frescura, carácter seco, herbáceo y anisado, donde la fruta está presente pero no reina, se envuelve en un entorno delicada, fresco y floral mientras que en Butroi percibimos una mayor expresividad aromática, un txakoli más moderno y actual, igualmente versátil y fácil de tomar pero con recuerdos a fruta blanca y a cítricos maduros, un vino para llegar a más gente por su carácter noble y su punto extra de sedosidad en boca.

Además de los kiwis que nos recibieron a la entrada elaboran sidra con manzanas de árboles propios bajo la marca Etxebarria que posee el sello Eusko Label como certificación de procedencia de dichas manzanas. Igualmente deliciosa aquí no entramos a valorar comparativamente porque sabemos que aunque hemos disfrutado en este viaje y en otras ocasiones de muchas sidras un análisis de ese tipo merece que nos adentremos un poco más en este apasionante mundo (buena excusa para otro viaje).



La sensación de sentirse en casa, tratados deliciosamente por parte de los responsables de la bodega, que transmite ese carácter familiar que define a la bodega, hacen que todavía el maravilloso postgusto que nos dejan sus vinos solo haga más que acrecentarse.

Nuestro más sincero agradecimiento.

Vinoble 2016. It´s Sherry time.

Como buenos Sherrylovers nos dirigimos como bien dice la canción “…caminito pá Jeré” para asistir a la IX edición de Vinoble, salón internacional de vinos nobles, generosos, licorosos y dulces especiales, grandes joyas de la enología universal por ser genuinos, diferentes y únicos en el mundo. Evento celebrado  desde el día 29 al 31 de mayo en el emblemático Alcázar de Jerez donde fue sede del poder que regía a la ciudad y donde con poderío y alma se mostraron todos los vinos presentes, por el Alcázar estaban distribuidos 49 stand además de sala de presentaciones y zona gastronómica.  Amplio programa con actividades enológicas, ponencias, catas y varios Show Cooking con degustaciones de platos de 6 restaurantes de la provincia de Cádiz. Gran feria vitivinícola dirigida a profesionales del sector donde dio lugar al hermanamiento con otras bodegas asistentes nacionales e internacionales además de las pertenecientes al marco con el consejo regulador de Jerez-Xérèz-Sherry las cuales fueron:

Bod. Emilio Hidalgo, Bod. Grant, Bod. Baron, Bod. Garvey, Bod. Juan Piñero, Bod. Álvaro Domecq, Bod. Cesar Florido, Bod. Portales Pérez, Bod. Gutiérrez Colosia, Bod. Arfe, Bod. Fundador, Bod. Jose Estevez, Bod. Barbadillo, Bod. Williams & Humbert, Bod. Ximenez Espínola, Bod. González Byass, Bod. Urium, Bod. Faustino González, Bod. Sánchez Romate, Bod. Argüeso, Bod. Yuste, Coop. Vitivinícola Jerezana Ntra. Sra. De las Angustias, Bod. Hidalgo La Gitana, Bod. Osborne, Bod. Delgado Zuleta, Bod. Emilio Lustau, Bod. Tradición, Bod. Y Viñedos Diez Merito, Bod. La Cigarrera, Bod. Dios Baco, Bod. Rey Fernando de Castilla y Viña Callejuela.



Impresionantes Manzanillas, Finos, Amontillados, Olorosos, Palos Cortados, Cream, Pedro Ximénez  y Moscateles mostrando el legado histórico del sector bodeguero con arraigo y sucesión donde generación tras generación cuidan los valores y miman esas botas de grandiosas joyas y llenando de prestigio a los vinos de Jerez. Somos afortunados de que estos grandes vinos sean españoles, los debemos honrar y venerar, darle el reconocimiento que merecen.

De forma nacional entre otros los vinos de Montilla-Moriles (Córdoba), Málaga, moscateles de Valencia, malvasías de Canarias y moscateles de Navarra.

Y por la parte internacional:

Alemania (Auslese, Beerenauslese, Trockenbeerenauslesey y Eisweine), Austria (Eiswein) Canadá (Icewines), Francia (Sauternes, Barsac, Alsacia, Graves, Cadillac), Hungría (Tokaj), Portugal (Vintages de Oporto, moscateles de Setúbal y dulces de Madeira).

Tanto en el aspecto de la participación del resto del territorio nacional así como internacional muchas voces críticas hemos escuchado pero, para nosotros, que no hemos disfrutados de esos Vinobles míticos enfocamos el asunto como una feria grandiosa que pese a los momentos difíciles no debemos dejar morir.

…….LOS VINOS DESTACADOS…….

Más de 150 grandes vinos anotados en una libreta de cata repleta no solo de apuntes sino de sensaciones profundas y emociones de los cuales destacamos los siguientes:

Manzanilla:

Entusiástico la primera manzanilla ecológica por Pepe Cabral y Delgado Zuleta.
Manzanilla La Kika como ejemplo de esencia de Albariza.
Soluqua manzanilla pasada que nos recuerda más a la antigua Manzanilla Pasada Barón que el actual Xixarito.
Manzanilla pasada Maruja de Bod. Juan Piñero como antaño.
Blanquito Manzanilla pasada o como se equilibra el velo con el oxígeno.
Pastora Vs Solear en Rama. Fuerza salvaje, anchura y generosidad Vs Finura, verticalidad y austeridad.



Finos:

El Fino perdido de Sánchez Romate. Bendita Gordura jerezana.
Fino tradición. Tradición jerezana. Origenes.
Fino Antique. Esencia y personalidad.
La Panesa. Complejidad, terroir y caricias de mar.
Fino Colosía en Rama. Así se las gastan en el puerto.
Arroyuelo en Rama de Primitivo Collantes. Y en Chiclana tampoco se andan con tonterías.

Amontillado:

Quo Vadis. Cuando el cuchillo afilado te acaricia.
La Casilla. Su nariz te hace dudar, su boca volar.
Amontillado del Duque. Volumen e integración.
Fino Imperial de Diez Merito. Grandioso, venerable.
El Tresillo 1874. Complejo y profundo.
Jalifa 30 años. Seco, penetrante y explosivo.



Olorosos:

El Cerro. Sorprendentemente  fresco.
Villapanés. Táctilmente impresionante.
Oloroso Antique de Fernando de Castilla. Profundo, complejo y amable.
Oloroso Colección añada 2009 de Williams & Humbert. Largo y balanceado.
Oloroso Vors Urium. Complejidad aromática y franqueza.
Victoria Regina V.O.R.S. Cautivador y embaucador.



Palo Cortado:

Obispo Gascón. Nariz compleja, finura y elegancia en boca.
Privilegio. Mucho más que un privilegio. Tremendo.
Marques de Rodil. Gastronómico. RCP más bárbara si cabe.
1730 de Álvaro Domecq. Austero, afilado y vertical.
Dos Cortados de Williams & Humbert. Amplio, voluminoso, fuerza descomunal.
Urium Vors. Delicia y delicadeza que perduran.



Moscatel:
Laura de Barbadillo. Sensual, atrevido, con curvas. De pasarela.
Moscatel Viejo Los Cuartillos. Emocional, afinado, armonioso y atemporal.

Pedro Ximénez:

Ximénez Spinola. La fuerza y el carácter que se dejan beber.
PX Tradición V.O.S. Denso y aterciopelado.
Noé. Magnifico equilibrio.
Toro Albalá Convento Selección 1955.  El PX.
Santa Ana Pedro Ximénez 1861 V.O.R.S. La repanocha en verso y con 3 tirabuzones.

Otros nacionales:

Mirabrás. Mucho más que un palo de flamenco, un sentimiento nuevo.



Llanos Negros. Armonioso y balanceado.
Malvasía aromática Teneguía 1996. Personalidad. Amplio y sabroso.
Ochoa Moscatel 2015. La fruta jugando con la jugosa acidez.
Dulce Delicia nº 12 de Cortijo de la Fuente. Nervioso y juguetón.
Nude de Barbadillo. El seco, el punki, la tintilla.



Portugal:

Bacalhoa Moscatel de Setúbal Roxo 10 años. Mentolados, cedros, amplitud y balance.
Bacalhoa Moscatel de Setúbal 2001. Finura, peso y longitud.
Alves De Sousa LVB 2009. Fruta y cantueso.
Henriques & Henriques Madeira White Extra Dry. Lo tiene todo, sus frutos secos inolvidables.



Carcavelos Villa Oeiras (Lisboa). Un atractivo descubrimiento.
Quinta do Javali Tawny 10. Finísimo en nariz e integración de alcohol.
Quinta do Javali LVB 2007. Balsámicos sobre fruta. Elegante, complejo y equilibrado.
Alambre 2010 Moscatel de Setúbal de José Mª Fonseca. Eléctrico, cítricos en evolución.
Alambre 20 años Moscatel de Setúbal de José Mª Fonseca. Mezcla 19 vinos entre 20 y 80 años. Elegante, emocional, sedoso e intenso. Lo tiene todo.



Poças Colheita 1997. Complejo, expresivo y muy muy largo.
Horacio Simoes Moscatel 10 años. Refrescante desde la nariz. Te toca la fibra.
Horacio Simoes Excelent Superior mezcla de las 3 mejores añadas de la década, 2001, 2003 y 2007. El tiempo detenido en el placer.



Resto del mundo:

Chateau Lamothe Gignard Sauternes 2005. Madurez, complejidad, evolución y longitud. ¿Alguien da mas?



Louis Sipp Pinot Gris 2000. Bestial afinamiento. Estilizado.
Inniskillin Icewine Cabernet Franc 2012. Con esa fruta y esa frescura todo es coser y cantar.
Jackson Triggs Icewine Vidal 2007. Pomelos, flor y ahumados eternos. Armonioso.
Eiswein Weinrieder 2007. Manzana asada, albaricoque y salida fresca.
Elysium 2014 Moscatel de Hamburg. No esperabas esa boca.

Destacamos 2 catas muy especiales que tuvimos la oportunidad de disfrutar:

1º Los Generosos y el tiempo:

Donde tuvimos la oportunidad de ver la evolución en botella de algunos vinos del marco que esta asociación ha buscado con ahínco para poder mostrarnos su experiencia en este tipo de cata, 12 parejas, 12 experiencias bien distintas. Gracias a Ezequiel Sánchez de Reserva y Cata (Madrid) por tenernos al tanto de esta espectacular cata, de la mano de Luis Vida y los representantes de las bodegas participantes pudimos disfrutar con:

Fino Antique Vs Fino Antique con 9 años de botella: En este caso encontramos que a favor de la redondez se ha perdido gran parte del carácter del velo de flor, en nuestra opinión este fino que veneramos tiene una excelente evolución pero nos convence más cuando la botella no sobre pasa los 2 o 3 años.



La Panesa Vs La Panesa con 8 años de botella. Se pierde verticalidad pero el vino se encuentra en un punto de equilibrio excelente, las notas yodadas nos trasportan a un paisaje marinero idílico.
Amontillado Gran Barquero VS Amontillado Gran Barquero con 20 años de botella. Con la guarda conseguimos un perfil de nariz más de oloroso pero mucha mayor concentración y salinidad en boca.
Amontillado 51 - 1ª V.O.R.S. Vs 17 años de botella. Un solera de 1830. Aquí los aldehídicos dan un perfil más rancio, se muestra mucho el suelo pero no se encuentra en un punto de consumo más placentero que el recién embotellado por Osborne (antiguamente Domecq).
Oloroso V.O.R.S. Tradición VS 10 años de botella. Necesita aireación, con más botella aparece más reducido, podemos encontrar matices de complejidad pero igualmente el momento de boca no es tan armonioso, aparecen algunas notas amargas y aunque conserva su gran longitud, el recorrido por boca y el postgusto no es tan perfecto como en su hermano recién embotellado.



Matusalem V.O.R.S. Vs Matusalem 1909. Con una solera de 1860 y más de un Siglo después es pura concentración, fuerza, una bestia que la botella no ha domado, espíritu libre, poesía liquida.



González Byass con Juanma Terceño:

Visitar semejante catedral del vino es siempre un placer, encuentras matices, olores y paisajes nuevos. Hacerlo de la mano de Juanma Terceño al que siempre he considerado un maestro y un grupo de sumilleres y amigos…miel sobre hojuelas.

Tras la visita siempre formativa pasamos a una cata donde de pensarlo todavía se me eriza el vello y que os quiero sintetizar de la forma más emotiva posible.

Pudimos comparar el Tío Pepe en Rama 2015 alias “el salvaje” con Tío Pepe en rama 2016, ya saben #sueloyvelo.



Selección de entre las 22000 botas que dan forma a nuestro Tio mas querido para obtener un total de 16000 botellas de la esencia. 2015 era extremo en todo, salinidad, volumen, carácter varietal mientras que 2016 se centra mas en la armonía de conjunto, la albariza, el nervio al final pero con una boca balanceada con precisión milimétrica.

Las 4 palmas de 2015 como ejemplo del abanico y hasta dónde puede llegar la solera más famosa de la casa González Byass.

I Palma con 6 años donde la flor está viva y se presenta ante ti dominante y señorial.
II Palmas el más conjuntado y armonioso de todos, yodados elegantísimos, manzana asada, yeso…un todo terreno para los maridajes más difíciles.
III Palmas o el fino amontillado como antaño, donde la flor, todavía presenta va dando paso a notas avellanadas no excesivamente tostadas, excelente integración de alcohol ¡cómo se nota que no ha habido segundo encabezado!.
IV Palmas con sus 51 años carácter de Tío Pepe indudable, un amontillado de libro, de nuevo sin 2º encabezado, aromas complejísimos, difíciles de diseccionar. Afilado, descarado todavía. Intenso y arrebatador.



Terminamos con 2 joyas inigualables…

Palo Cortado de añada 1987 o mejor dicho la concentración de 20 botas (unos 10000 litros) en unas 987 botellas. Ese vino proyectado hacia el infinito exponencialmente incluso después de salir de tu boca, grabándose en tu cerebro de manera inevitable. La elegancia del Jerez, la lucha entre fuerza y sensualidad en un vino, la expresión, la eternidad.

IV Cortados, una joya que afianza los pilares de esta gran casa con su solera fundacional 1835, aquí nos habla de cómo la crianza oxidativa puede alcanzar el máximo nivel de calidad. Concentración, alma, salinidad extrema, aceites esenciales…Podríamos decir de IV cortados que...

Es como la máquina del tiempo.
Esencia de sudor y sentimientos de generaciones.
Como respirar historia.
Como beberse un libro.
Como un abrazo sincero y protector.
Como la seducción y el erotismo en el amor maduro.