Diario de un Viaje Inolvidable Parte II -Jerez-

En tierras gaditanas está una de las mayores joyas para los buenos amantes del vino nos referimos como no podía ser de otra manera al Marco de Jerez, la primera parada dentro de nuestro viaje fue en Jerez de la Frontera, sinónimo de arte, embrujo, pasión, felicidad…tierra del flamenco donde el recuerdo de un “zapateao” al son de una guitarra española eriza mi piel y el sentir del cante me hace estremecer.

Jerez es versátil y para todos los gustos puesto que allí está ubicada la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre donde se encuentran caballos de razas como Pura Sangre Española o Caballo Andaluz, Cartujana o Jerezano para los amantes de la hípica y como dice un eslogan publicitario tierra de motos, donde se da lugar el evento motero del Gran Premio de España de Motociclismo donde cada año se desplazan al Circuito de Jerez miles de personas.

A nivel enológico y para los amantes del vino es el templo de los templos, los vinos de Jerez son únicos en el mundo y poseen unas características organolépticas identificativas, estos vinos sublimes son más apreciados, elogiados y a la vez envidiados fuera de nuestras fronteras, han viajado por todo el globo terráqueo siendo nuestro mejor embajador. Como bien decía Alexander Fleming: “Si la penicilina cura las enfermedades el Jerez resucita los muertos”. Bodegas centenarias a pie de calle llenas de botas de vinos finos, amontillados, olorosos, palo cortado, cream, Pedro Ximenez, emblemáticos destilados y vinagres de Jerez hacen que la historia se palpe en el ambiente de la ciudad, los lugareños tienen una gran cultura fomentada por la cantidad de Tabancos que podemos encontrar para disfrutar de tal exquisitez gozando de una copita recién servida rebosante de esencia y tradición.



Sus campos con tierras albarizas, cepas de Palomino y PX, estas últimas sometidas a un “Asoleo” que consiste en deshidratar las uvas extendidas al sol para la luego hacer los tan deliciosos PX y Cream. Elaboran sus vinos con el tradicional sistema de Criaderas y Soleras como procedimiento dinámico de envejecimiento, disponen las botas en hileras de diferentes alturas las de abajo son soleras y contienen el vino más envejecido a partir de ahí hacia arriba se van formando las criaderas para luego ir trasegando el vino y proceder a su posterior embotellado en rama. Hace unos años el consejo regulador de la denominación de origen Jerez-Xérèz-Sherry creo dos categorías especiales de vinos de Jerez con vejez calificada a través de las siglas VORS (Very old rare Sherry) estos vinos tienen una media de envejecimiento de más de 30 años y VOS (Very old Sherry) y en este caso la media de envejecimiento es de más de 20 años. En algunas etiquetas de los vinos que os vamos a mostrar las observareis.



Visitamos Bodegas Tradición a través de la encantadora Ana Conde y de la mano de Sabrina Melcher que nos enseñó con mimo cada rincón de la bodega, la cual fue fundada en la última década del S. XX más concretamente en el año 1650, tienen una producción limitada donde todo el proceso de embotellado de sus botellas, todas numeradas, se realiza de manera manual. Posee la bodega un tesoro único, una pinacoteca con obras de Velazquez y Goya entre otros, es una de las colecciones privadas de pintura más importantes del país. Allí catamos su amontillado, Oloroso, Palo Cortado, Pedro Ximenez y los brandies Gran Reserva y Platinum Solera gran Reserva. En toda su gama buscan la franqueza de los vinos de Jerez.



Difícil para cualquiera quedarse solo con uno de ellos, así que nombraré esos 2 que más me tocaron la fibra, su Amontillado Tradición VORS con una edad media de 45 años mostraba la salinidad de manera elegante e integrada, meciéndose en una especie de baile eterno con las notas de frutos secos. También excepcional su Pedro Ximenez Tradición que muestra que la fuerza no solo se muestra dejando de lado a la elegancia, café, cacao, regaliz negro, tabaco, caramelo, cascar de naranja entran a tu boca sin pesadez pero con untuosidad y expresividad. No obstante como indicamos escoger su Oloroso Tradición con aromas a tabaco y frutos secos o su Palo Cortado Tradición por su avellana y notas de pastelería ofrecen siempre la misma garantía de calidad y dejarse acariciar por sus brandys forma parte de una experiencia sin parangón.



Estando en Jerez no podíamos de dejar de visitar Bodegas Gonzalez Byass-Tio Pepe para ver al majestuoso y más afamado de los tíos “El Tio Pepe”, gracias al inefable Juanma Terceño y de la mano de una gran profesional como es Maribel, la cual, nos guio con una trato exquisito por las amplísimas instalaciones. Es una de las bodegas más importantes de todo el territorio nacional firma reconocida internacionalmente que ha sabido conservar el espíritu emprendedor de sus antepasados generación tras generación basándose en la constancia en el trabajo, nombre de una de las bodegas del complejo e inspiradora de su bodega ubicada en Otero (Toledo).



Un paseo por sus bodegas es ese tipo de vivencias y experiencias inolvidables para los amantes del vino. Los Apóstoles de 1857 con su majestuoso Cristo, 16,500 litros equivalente a 33 botas rodeado de los apóstoles preciosas botas grabadas y situadas como en La Santa Cena de Leonardo Da Vinci con la sustitución de Judas Iscariote por Matías. Los Reyes con botas firmadas a tiza por distintas casas reales y personalidades a nivel tanto nacional como internacional. La Real Bodega de la Concha de 1869 diseñada por Gustav Eiffel y dedicada a la reina Isabel II con sus 214 botas de Amontillado La Concha identificadas con la bandera del país donde podremos disfrutar de una copita de nuestro tío mas viajero e internacional. Los Gigantes de estilo más moderno pero no por ello menos majestuosa, La gran bodega de Tío Pepe, La Cuadrada, La Constancia con 175 botas en honor al 175 aniversario de la bodega, la bodega de destilados junto a la veleta más grande del mundo según el record Guiness, el cuarto de muestra impasible al tiempo desde 1887.



Aun es conservada intacta la sala de pruebas del señor Pepe donde se refugiaba a hacer sus “experimentos” y la puerta por la cual en aquella época daba paso a sus amistades para disfrutar de sus vinos en compañía, en la imagen superior se puede observar el sistema de candioteras utilizado antes del actualmente empleado sistema de solera y criaderas.



Una de las anécdotas más significativas es la de que en aquella época era tal la magnitud de trabajo que tuvieron que comprar las calles que cruzaban las instalaciones de la bodega al ayuntamiento para poder trabajar y trasladar adecuadamente las botas entre las instalaciones sin los obstáculos de los transeúntes, hoy en día una de esas calles llamada Calle Ciegos está considerada como una de las calles más bonitas del mundo.



Además de Tío Pepe y Viña AB probamos la gama VORS a saber Del Duque (Amontillado) con su señorial elegancia, verticalidad y esencia de flor, Apóstoles (Palo Cortado) que se proyecta en tu boca de manera exponencial desde su entrada con una complejidad majestuosa, Matusalén (Oloroso) con ese punto salino y fresco que hace que una copa te lleve de la mano hasta la siguiente y Noé (PX) con su volumen, amabilidad y longitud magnánima.



Finalizamos nuestras visitas por Jerez en Bodega Fernando de Castilla situada en pleno casco antiguo de Jerez gracias al acertado consejo de nuestro buen amigo Guillermo MDV autor del blog Y de vinos, qué...?. Nos recibió Fernando Romero con gran cordialidad mostrándonos un recorrido minucioso y detallado por toda la bodega, a golpe de venencia, de bota en bota mostrándonos todo el proceso, sus bondades y diferencias. Su objetivo es elaborar de vinos de Jerez, Brandies y Vinagres de manera artesanal y limitada. Pura filosofía.



La gama Classic aporta un valor añadido por calidad y precio pero su gama Antique requiere un detenimiento especial, en cada vino percibimos esos tiempos pausados del Jerez de antaño, embotellados directamente de la bota para mantener su pureza. El fino Antique parada obligatoria a todo venerador del Jerez más intenso, procedente de Pago Balbaina 9 años de espera para un “fino amontillado” sin igual, el estilo que Jan Pettersen quiso recuperar, inenarrable. Destacar aquí también su Oloroso Antique por ese carácter muy muy seco, la versión de oloroso que siempre me atrae más, su Amontillado y Palo Cortado Antique muestran la integración de esas largas crianzas biológicas sobre una oxidativas muy elegantes en matices y para el PX Antique volvemos a ese estilo de PX que te sorprende por su desparpajo en boca pese a los 399 gramos de azúcar por litro. Pasar por alto sus brandies sería un error imperdonable, integración máxima del alcohol con matices embaucadores, tampoco se les paso por alto al Equipo Navazos con esa bota nº 43.



En el siguiente artículo seguiremos por el Marco de Jerez más concretamente por Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Sta. María.

Diario de un Viaje Indovidable Parte I -Ronda-

A la hora de elegir el destino de un viaje para una ocasión especial donde poder combinar componentes turísticos, visitar lugares con encanto, pasión y disfrute enológico no dudemos en planificar nuestra ruta buscando el calorcito andaluz, la primera parada fue en la preciosa localidad malagueña de Ronda, un paseo por sus calles llenas de luz, arte, magia e historia, forman parte de esa listas de cosas por hacer alguna vez en esta vida. Sus gentes tienen esa mezcla tan especial de factores humanos, por un lado el carácter extrovertido tan propio del sur y a ello unen nobleza, cercanía y gran hospitalidad para con sus visitantes.

Ronda descansa sobre su famoso e impresionante tajo, el Tajo de Ronda no pasa inadvertido, todo aquel que observa el desfiladero desde la cima emite un sonido de exclamación. Verlo desde abajo nos permite disfrutar aún más de la bonita estampa.

Desde sus esplendidos miradores podemos visualizar sus amplios campos, trabajados y bien cuidados, uno de ellos es el “Mirador de Los Viajeros Románticos” el cual nos dirige la mirada hacia las hermosas sierras, entre ellas las del parque natural sierra de Grazalema esta serranía de Ronda está llena de mitos y leyendas sobre bandoleros. En nuestras pupilas quedan grabados los más bellos paisajes que la naturaleza nos puede ofrecer.


Un paseo por la Alameda del Tajo donde nos recibe una preciosa dama Goyesca nos hace esbozar una sonrisa de oreja a oreja, sintiendo la plenitud del aire limpio y puro haciéndose paso entre nuestros pulmones ensanchándonos en cuerpo y alma.

El monumento más característico es El Puente Nuevo, sobre la “garganta de Ronda” une la ciudad a través del desfiladero enlazando así la parte antigua con la parte moderna de la ciudad, el rio Guadalevin se abre paso entre el, desde sus entrañas un viaje virtual por la historia de Ronda nos hace teletransportarnos a tiempos pasados y conocer mejor la cultura Rondeña, sus gentes y costumbres.


La oferta turística es amplia y con innumerables actividades de ocio y monumentos, también destaca su riqueza gastronómica con platos típicos como calderetas, rabo de toro, pestiños o yemas del tajo, platos siempre aderezados con la gratitud de quien te los ofrece y sus vinos procedentes de una zona vitivinícola relativamente joven con el formato  actual pero con el gran bagaje histórico y personalidad propia.

Elegimos visitar dos de las dieciséis bodegas pertenecientes a la ruta de vinos de la Serranía de Ronda ambas con varios nexos de unión, primero la búsqueda de calidades máximas con un trabajo basado en el viñedo, segundo una pasión llevada al extremo por el mundo del vino y su cultura por parte de sus elaboradores y tercero un enólogo común para bodegas Lunares de Ronda y bodega Descalzos Viejos, hablamos de Vicente Inat.

En la bodega de la familia Morales, Pedro nos atendió mostrándonos esa pasión que le desborda cuando habla de viñedos, vinos y filosofía de vida, mucho más que una bodega. En Lunares de Ronda cuidan y respetan el viñedo, su terruño… sus raíces profundas.

Hablamos largo y tendido de la Tintilla de Rota, la virosis y la graciano, de cómo las DO a veces representan y otras veces solamente  “acogen” echándose en falta un apoyo más efectivo que efectista. Además pudimos probar sus vinos donde huye de barricas nuevas, levaduras seleccionadas y en definitiva de esos vinos que son de todos los sitios y al mismo tiempo de ninguno.

En Lunares blanco encontramos trabajo con lías y personalidad rompiendo con la ola comercial que inunda el mercado actual, en Lunares rosado nos sorprende por su alma de tinto y tanto en Lunares tinto como en Alto Cielo encontramos esa idea de búsqueda incesante de la franqueza en el vino, uvas y suelo, vinos para “beber” que cada día cuestan más de encontrar.

 Tuvo la gran generosidad de querer compartir con nosotros una copita de un vino que elabora de forma altruista con una auténtica joya rescatada como es la variedad perruna, antiguo cepaje autóctono de la zona. Nunca antes habíamos tenido la oportunidad de probar esa variedad y nos encantó. Nos sentimos unos auténticos afortunados.


A continuación visitamos una bodega llena de historia y es que es todo un privilegio su ubicación en un convento trinitario del S. XVI con vistas al tajo de Ronda, un trozo de cielo posado en la tierra, antiguamente utilizado como retiro espiritual para los monjes de la orden de Los Descalzos cuando entraban en edades avanzadas, de ahí el nombre de Descalzos Viejos, y que en la actualidad está instalada esta preciosa bodega que consta de una sala de barricas única por su belleza ante un altar donde restos de algunos oleos contemplan descansar sus vinos.

Disfrutan de un microclima único donde frutos tropicales son capaces de aguantar duros inviernos, un simpatiquísimo Kumquat o naranjo chico dicho en Andaluz que desprendía una fragancia digna de los mejores perfumes, nos hizo deleitar todos nuestros sentidos y sorprendernos aún más si cabía de los regalos que nos ofrece la naturaleza. Nos recibieron Paco y Flavio sus propietarios, y posteriormente disfrutamos de una larga jornada junto a Vicente Inat charlando y conociendo de primera mano los maravillosos vinos que elabora, estábamos tan a gusto que llegamos hasta el atardecer donde pudimos disfrutar la puesta de sol catando en la gloria.


En resumen encontramos una apuesta en la que suman a la garnacha y graciano las variedades foráneas que seguro a todos os están viniendo a la mente, en el recorrido de catas por la bodega encontramos ejemplos de elaboraciones donde se diferencia con claridad los tipos de suelos, calizos en sus mayoría pero siempre plenos de mineralidad incluso en los casos arcillosos. También nos sorprendió la evolución de la chardonnay con una añada vieja nos demostró que son vinos con recorrido y en el no pierden su personalidad diferenciadora.

Después nos dispusimos a coger nuestra maleta llena de sueños, cargada de experiencias increíbles y con el millar de sonrisas de cada persona que nos abrió sus puertas y nos dirigimos al templo de los templos: El marco de Jerez.

En la próxima entrega os hablaremos de como Jerez y sus bodegas nos embaucaron.