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BUTROI: Txakoli moderno cimentado en la tradición.

Nuestro país cuenta con una gran diversidad y extensión de viñedos por todo su territorio y a nosotros nos apasiona bucear para descubrir nuevos rincones y sobretodo compartir experiencias con sus gentes lo cual creemos da sentido a cada aventura enológica. En este caso nos encontramos en la parte norte de la península desde donde queremos hacer una digna mención al vino Txakoli nombre proveniente, según  el investigador tolosarra José Uría Irastorza, de “etxeko ain” que traducido al castellano es “lo justo para casa” refiriéndose a las cantidades elaboradas por las familias de este vino y como es justo hablar de estos vinos lo queremos hacer  a través de Bodega Butroi.



Procedentes de Getxo tras haber pasado una magnifica mañana por la capital cortada por la ría Nervión nos dirigimos en una agradable tarde hacia esta joven bodega situada en la zona de Gatika (Vizcaya) y para sorpresa nuestra encontramos una bonita parada improvisada en el Castillo de Butrón. Butroi fue fundada por cuatro emprendedores que elaboraban pequeñas producciones de txakoli y que decidieron aunar fuerzas, sumando virtudes y reduciendo costes logísticos para continuar con una tradición mejorada bajo el consejo regulador  D.O. Bizkaiko Txakolina.



Nos abrieron las puertas de la bodega David y José donde durante una amena e interesante conversación en torno a una copa de txakoli nos contaron con gran afán el proyecto que tienen en marcha donde se mantienen las marcas de origen bien afianzadas entre los clientes de la zona donde se consume casi la totalidad de la producción, estas referencias son Etxebarria, Sasine y Oletxe a las que se le suma la marca Butroi que aúna lo mejor de sus viñedos ubicados en Gatika, Zamudio, Lezama y Larrabetzu donde trabajan con mimo las variedades blancas Hondarrabi Zuri, Petit Courbu (o Hondarrabi Zuri Zerratia) y Mune Mahatsa (o Follé Blanch o Picapoll) y Hondarrabi Beltza en tintas para su Ojo de Gallo comercializado bajo la marca Sasine.



Hablamos largo y tendido de algunas diferencias con respecto a la DO Getariako Txakolina, la diferente utilización de la espaldera o el sistema de parrales, rendimientos, porcentajes mínimos de uva tinta para las elaboraciones de rosado así como la mayor cantidad de carbónico en el producto final y su escanciado entre otras.

En nuestra humilde opinión tras la cata entendemos que cuando hablamos de las marcas de origen Etxebarria, Sasine y Oletxe encontramos un txakoli más directo, más amoldado al txikiteo tradicional por su frescura, carácter seco, herbáceo y anisado, donde la fruta está presente pero no reina, se envuelve en un entorno delicada, fresco y floral mientras que en Butroi percibimos una mayor expresividad aromática, un txakoli más moderno y actual, igualmente versátil y fácil de tomar pero con recuerdos a fruta blanca y a cítricos maduros, un vino para llegar a más gente por su carácter noble y su punto extra de sedosidad en boca.

Además de los kiwis que nos recibieron a la entrada elaboran sidra con manzanas de árboles propios bajo la marca Etxebarria que posee el sello Eusko Label como certificación de procedencia de dichas manzanas. Igualmente deliciosa aquí no entramos a valorar comparativamente porque sabemos que aunque hemos disfrutado en este viaje y en otras ocasiones de muchas sidras un análisis de ese tipo merece que nos adentremos un poco más en este apasionante mundo (buena excusa para otro viaje).



La sensación de sentirse en casa, tratados deliciosamente por parte de los responsables de la bodega, que transmite ese carácter familiar que define a la bodega, hacen que todavía el maravilloso postgusto que nos dejan sus vinos solo haga más que acrecentarse.

Nuestro más sincero agradecimiento.

Vino y poesía ¡Andalucía mía!

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
(Caminante no hay camino -Antonio Machado-)

Nos envuelve el viento en su manto dejándonos llevar a  tierras Andaluzas y es que esa tierra llena de alegría nos tiene encandiladitos, hicimos varias paradas en nuestro camino, el primer alto fue en Sevilla “madre” de Andalucía.

Descubrimos una modesta a la par que grandiosa Taberna llena de encanto en pleno corazón de la ciudad hispalense, Manolo Cateca Antigua Taberna La Goleta, cuentan con gran variedad de referencias de  Olorosos, Finos, Palo Cortado, Amontillados, PX, tintos y blancos en su carta para poder copear y tapear. Dándonos al máximo de los placeres y pudiendo disfrutar de ricas tapas como salazones, chicharrones, pringá y un sinfín de manjares, entre ellas la singular tortilla de patatas con hierbabuena.

Nos decantamos por tomar una copita de Botana (amontillado) y seguidamente vino el  Fino Quinta, Fino Inocente, Oloroso Maestro Sierra, Amontillado en rama Cruz Vieja, Palo Cortado Península y para rematar un PX El Candado.


Dejándonos llevar por la atracción de los vientos Atlánticos aterrizamos en la Bodega Delgado Zuleta para asistir a la presentación de Entusiástica, la primera manzanilla ecológica nacida en el Marco de Jerez, llego de la mano de su creador el inigualable Pepe Cabral, que nos trasladó con el gran entusiasmo y como “padre de la criatura” cada detalle de tal increíble innovación. Con total admiración damos gracias a Pepe Cabral por la dedicatoria.


Siguiendo nuestro camino llegamos a El Puerto de Santa María para visitar Bodegas Grant de la mano del inefable Edmundo Grant que con gran generosidad y un trato exquisito nos abrió las puertas de su bodega  mostrándonos con dedicación cada rincón de la misma.

Fue fundada en 1841 por D. Edmundo Grant Falconell y actualmente es su linaje quien sigue al frente continuando con la cultura bodeguera del Marco de Jerez, en esta bodega con duende se respira arraigo y tradición familiar a la par que armonía y arte por lo que se hace.


Sus marcas son Valeroso en la cual encontramos su fino y  La Garrocha que la componen su Manzanilla, Amontillado, Oloroso, Cream, Moscatel y PX. Cuentan también con una edición especial Reserva Familiar. Todas estas crianzas realizadas en botas como bien marcan los cánones de los vinos de Jerez mediante el sistema de soleras y criaderas, las cuales están ubicadas en un inmejorable entorno.


Tuvimos la oportunidad de compartir una agradable jornada y hemos de destacar la profesionalidad a la par que el gran factor humano, estaremos siempre agradecidos por el trato recibido.

Estando dentro del marco no podíamos dejar de visitar la bodega más grande de Europa Williams & Humbert también premio nacional de arquitectura y no es para menos porque su belleza la hace única.
Fundada en 1870 por el inglés Alexander Williams un enamorado de tierras jerezanas y de una jerezana de nacimiento llamada Ammy Humbert con quien  contrajo matrimonio, asentando su núcleo familiar en Jerez. Pero fue en 1877 cuando fundo conjuntamente con su cuñado, Arthur Humbert, lo que hoy en día es esta esplendida bodega.

Al llegar nos recibieron unas simpatiquísimas aves ya que en los jardines de la entrada tienen aproximadamente unas dieciséis especies  procedentes de los cinco continentes que hacen que esboces una sonrisa comenzando la visita en buena sintonía.

Tras el primer contacto llegamos a tiempo para poder ver el espectáculo ecuestre que realizan en plena bodega, elegancia y sofisticación sin igual, la que muestran los caballos Jerezanos que con gran disciplina y perfecta sincronización con el jinete y el ambiente hacen de la exhibición una auténtica fiesta.

Son numerosos los productos que elaboran desde el conocidísimo brandy Gran Duque de Alba, las ginebras Botanic, licores Canasta, ron Dos Maderas, etc.


Referente a sherries encontramos con la gama Canasta (jerez, oloroso dulce y cream), los famosos Drysack, el fino Pando, Jalifa amontillado entre otros.

También cuentan con vinos tranquilos en gama de blancos algunos como Estero Blanco (vino de la tierra de Cádiz) y sus tintos Salcis (crianza, roble y reserva).

Además en la rama de alimentación tienen productos tales como aceites, ibéricos, quesos y vinagres. En definitiva una bodega con una inmensa extensión comercial enfocada tanto al turismo como en la venta de sus productos.

La última parada de este gran camino fue en Sanlúcar de Barrameda donde nos dispusimos al placer mundano del arte del buen comer y el buen beber,  el aperitivo fue en El Poma a pie de la desembocadura del “padre” de Andalucía, el ilustre rio Guadalquivir.

Tomamos el exquisito langostino de Sanlúcar  y unas ortiguillas dando rienda suelta al maridaje con una copita de manzanilla ¡de ahí al cielo!


Y ya que estábamos en el cielo, como diría un buen amigo,  fuimos a “ver a dios” Taberna Der Guerrita, templo de los mejores vinos y la mejor gastronomía. El deleite fue extremo, solo pido un deseo…Yo quiero estar en “El Limbo”.


   


Diario de un viaje inolvidable Parte III – Sanlúcar y El Puerto

El duende y la luz que desprende Sanlúcar de Barrameda hace que nuestro viaje por el Marco de Jerez siga siendo un auténtico sueño hecho realidad, nos paramos a vivir sin estrés por un momento, observando los destellos de las aguas de la desembocadura del rio Guadalquivir y perdiendo la vista en el horizonte donde observamos ensimismados a lo lejos el parque natural de Doñana.   

Famosa ciudad donde se celebran las conocidas carreras de caballos por tan lindas playas gaditanas pero no menos famosa por su grandiosa joya: la manzanilla. Como bien dicen unas escrituras de Manuel Machado plasmadas en una de las calles de la ciudad….

“La manzanilla es mi vino porque es alegre y es buena,
Y porque amable sirena,
Su canto encanta el camino.
Es un poema divino,
Que en la sal y el sol se baña,
La medula de una caña,
Más grata que la de azúcar.
¡El color que da Sanlúcar a la bandera de España!”



Vino único a nivel mundial y exclusivo de esta localidad que data de finales del S. XVIII y principios del S. XIX, según algunos rumores respecto a la historia de estos vinos cuentan que el nombre viene dado por un pueblo perteneciente a Huelva llamado Manzanilla. En aquella época procedían a mandar sus vinos de “baja calidad” hacia Sanlúcar para que allí posteriormente los criaran y de esta manera comercializarlos en Indias, ya que el recorrido era más corto que el de enviarlos para Sevilla, convirtiéndose así producto de Sanlúcar y obteniendo el mérito de elaborar tan estupendo vino.

El clima de la zona y la ubicación de la ciudad hacen posible que se elaboren estos vinos tan peculiares mediante la crianza biológica del velo en flor, este velo son unas levaduras autóctonas de la zona. Es llamado velo porque tapa al vino protegiéndolo de la luz y el aire, el sobrenombre de flor es dado a que estas levaduras van floreciendo, es decir, están vivas y en continua actuación con el vino.



Para hacer posible el velo en flor se necesita una alta humedad de ahí la influencia y magistral aportación de los vientos del Océano Atlántico, conservar temperaturas medias y que el vino este a 15º, el velo que se forma es una capa uniforme de color blanquecino. Los microorganismos que lo forman consumen glicerina de ahí luego procede su carácter seco, hacen reducir la acidez volátil, van alimentándose también de alcohol, oxígeno disuelto en el vino y azucares no trasformados. Por otro lado son los responsables de los acetaldehídos que aportan matices aromáticos. Como anécdota comentaros que tuvimos la suerte de poder probar el velo y hemos de decir que tenía un sabor que recordaba a cereal.



Actualmente la Manzanilla – Sanlúcar de Barrameda es una DO exclusiva que recientemente celebro su 50 aniversario, aunque está incluida geográficamente dentro de la DO Jerez-Xérèz-Sherry por factores clave como la influencia de los vientos con un levante menos agresivo y un poniente que aporta humedad nocturna de ahí la importantísima ubicación de las bodegas en función de los mismos y de si hablamos del barrio alto o el barrio bajo, la orientación de los viñedos, la retención de agua que facilita esa albariza procedente del antiguo lago Ligustino que ocupaba la zona, la madurez por reflejos que aporta este suelo blanco, donde la viña, en Vara y pulgar produce sorprendentes volúmenes en esas calidades.

La primera bodega Sanluqueña que visitamos fue Delgado Zuleta, cargada de historia y anécdotas de la mano de Nuria. Bodega familiar desde 1744 originalmente fundada por D. Francisco Gil de Ledesma y Sotomayor, Caballero de la Orden de Calatrava, regidor perpetuo, cargador de indias y alcalde honorario de Sanlúcar. En el S. XIX la bodega siguió con los nombres de los sucesores del fundador pero a finales de 1870 el enlace matrimonial de la hija del heredero con un marino de guerra llamado José Delgado Zuleta, cambio el rumbo del nombre de la bodega, ya que este abandono su carrera como militar para hacerse frente a la misma, la cual puso su nombre. Fue proveedor de la Casa real en el reinado de D. Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. Tras su muerte siguió su hijo al frente de la bodega y así en línea sucesora.



En 1978 la bodega fue fusionada con otra bodega de la zona llamada Rodríguez-La Cave pero mantuvieron el nombre originario de Delgado Zuleta, los vinos Manzanilla Barbiana y el amontillado Quo-Vadis son marcas conocidas de la bodega que se fusiono.
En la boda de los actuales reyes de España uno de los vinos que tomaron los comensales fue manzanilla La Goya, bautizada con ese nombre por una bailaora de 1918, y elegida a ciegas por el comité de cata del consejo regulador para la conmemoración del segundo bicentenario de La Constitución,  así que podemos decir que siguen haciendo historia. Entre sus productos estrella encontramos Goya XL, una manzanilla que procede de una saca seleccionada de muchos años de crianza, es fabulosa, larga y persistente.




Comercialmente también tienen la línea Monteagudo debe su nombre a un importante pago compuesta por un amontillado, oloroso, PX, cream y moscatel y la línea Zuleta que la compone una manzanilla, amontillado, oloroso, médium, moscatel, PX y cream.

Destacamos en esta bodega sus manzanillas pero no sería justo olvidar el increíble trabajo que realizan con la Moscatel típicamente procedente de zona de barros y arenas, de Chipiona más concretamente y sus Pedro Ximenez de gran finura.

Como no podía ser menos fuimos a Bodegas Hidalgo “La Gitana” de la mano del entrañable Rafael de La Cruz que nos enseñó cada rincón de la bodega con gran amabilidad y simpatía. Fundada en 1792 van ya por la quinta generación, el fundador D. José Pantaleón Hidalgo, le compro la bodega a su suegro, en aquella época era una modesta bodega de almacenado y el nuevo dueño junto a sus herederos hicieron la gran bodega que es hoy en día, actualmente tienen viñedos propios sitos en los Pagos de Balbaina y Miraflores.



Bodegas centenarias como San Fermín o coloquialmente el Parvulario donde entra el vino nuevo, San Roque que por ser las más calurosa se lleva el prestigio de acoger un brandy Fabuloso con más de 40 años o San Luis llenas de botas de manzanillas La Gitana y Pastrana, oloroso Faraón, amontillado Napoleón, Pedro Ximenez Triana, cream Alameda y moscatel Hidalgo. En una de ellas también realizan trabajos de tonelería para ir reparando y mejorando las botas cuidándolas con sumo mimo. Otra de las bodegas contiene botas dedicadas por personajes ilustres, artistas, etc. Coloquialmente y con el gran sentido del humor característico de los Sanluqueños llaman “geriátrico” a la bodega donde descansan reposando sus vinos top, los vinos más viejos de la bodega. En línea VOS con 20 años encontramos Palo Cortado Wellington y en línea VORS con 30 años están el amontillado viejo Napoleón, oloroso viejo Faraón, palo cortado viejo Wellington, PX viejo Triana y un oloroso viejo de 1986.



Cuando La Gitana es la bandera, La Gitana en Rama y Pastrana maravillan con la pureza del velo y el equilibrio perfecto resulta imprescindible dejarse mecer por su gama de vinos de más solera, difícil quedarse con alguno pero en la tesitura de mojarse he sido reclutado por el faraón (oloroso viejo) cual arquero nubio.

Después de tan magnificas visitas nos dispusimos a ir a comer, sin duda, al mejor lugar de toda la comarca, hablamos de Taberna Der Guerrita dirigida por Armando Guerra un visionario y apasionado del mundo del vino con amplísimos conocimientos y que transmite una energía inagotable. Ha sabido fusionar a la perfección la buena cocina tradicional con base de productos de la zona de alta calidad con excelentes vinos. Consta de una enoteca con diversas referencias y sala de cata ya que Armando suele programarlas. Personalidades de la talla de Luis Gutiérrez, Quim Vila, Jordi Melendo…se han dado paso por tan fantástico lugar. Nos descubrió el palo cortado de añada Encrucijado, disfrutamos los excelentes vinos seleccionados por el padre de Armando, Ovni 2012, Barbiana en Magnum y un 1 palma de González Byass entre otras delicias como mi reciente descubierta “morenita” Moscatel y manzanilla que recuerdan a un cream pero ligero, mas floral y salino.



Al día siguiente y como colofón a nuestro viaje y con gran carga emocional nos dirigimos al Puerto de Sta. María, cuna de ilustres personajes como Rafael Alberti o Pedro Muñoz Seca, es una ciudad pequeña y tranquila pero con una gran carga histórica a nivel mundial. Fue residencia de Cristóbal Colon y sus calles testigos de la preparación del viaje al Nuevo Mundo, allí se construyó la Sta. María y fue punto de salida para el descubrimiento de América.

En el S. XVII durante la guerra de la Independencia bajo el reinado de José Bonaparte (hermano de Napoleón) la ciudad se convirtió en cuartel general de las tropas y en el siglo XIX salió de esta ciudad parte de la Carta Magna de 1812.

Durante toda la historia El Puerto de Sta. María ha tenido gran papel importante y ha sido lugar de encuentro entre navieros y mercantiles, de esta forma sede de importantes transacciones comerciales, entre ellas la de mercadear con los vinos del Marco de Jerez que recorrerían medio mundo.
Elegimos para visitar la bodega Gutiérrez Colosia con una inmejorable ubicación sita a las orillas del rio Guadalete, la bodega fue fundada en 1838, en aquella época vendían su producción a otras bodegas pero es en 1998 cuando crean su propia marca. Nos recibió Carmen con un trato exquisito y con la cual mantuvimos una charla amena, fructífera y enriquecedora. Bodega familiar con una excelente filosofía, la cual, la savia nueva y la innovación dan paso a la frescura de la nueva generación, es una bodega preciosa con medios arcos y ventanales grandes cargada de botas con riquísimos vinos.



Elaboran con la línea Colosia: fino, oloroso, cream, amontillado, Pedro Ximenez, moscatel soleado y palo cortado, en otra línea elaboran vinagres, cream Mari Pepa, Oloroso Sangre y Trabajadero y Fino Campo de Guia, además de dos brandies Juan Sebastián Elcano y Amerigo Vespucci.

En su línea encuentro una lucha por mantener la esencia de las tradiciones y la personalidad propia de los vinos del puerto, que no están a mitad de camino entre los de Jerez y Sanlúcar sino que son una categoría propia que reivindican con acierto. Prendado quede del Amontillado Solera Familiar, pero es que su hermano pequeño recoge una esencia tremenda en un precio más ajustado imposible.
También interesante en sus finos como se entremezcla la elegante salinidad yodada con una untuosidad delirante, su moscatel soleado resulta sencillamente un primor de frescura y expresividad, el Oloroso Solera Familiar te da mil matices en un nivel seco-seco pero el privilegio de comparar su Palo Cortado Solera Familiar de botella con el de bota es un lujo con el que Carmen nos agasajó, en botella te enamora, en bota te posee, eres suyo por la eternidad, estas a su merced. Ríndete y disfruta.



El tiempo voló, necesitábamos no decaer ni un ápice del estado de éxtasis alcanzado así que tuvimos que hacer caso a nuestros excelentes consejeros sin los que este viaje nunca hubiera sido igual ni parecido, nos acercamos a El Arriate, apenas al volver la esquina de la bodega y deleitarnos, nos dejamos ir y Eva nos sorprendió con los siguientes platos maridados al completo con vinos del marco:

  • Croquemoles con salsa agridulce
  • Paté de ave con ajoblanco, ajonegro y ajoquemao
  • Carpaccio de calamar de potera y gambas con su tinta y sus corales
  • Raviolis de galeras con alboronía y su jugo
  • Pulpo y patatas asados al chefchurri
  • Picaña ahumada con crema de maíz, frutos rojos picantes y ajocate
  • Paulova de frutas del bosque y crema inglesa
  • Pasta filo con milhoja de manzana, crema inglesa, canela y regaliz


Sin duda un viaje inolvidable, lugares para volver...seguro que repetiremos

Diario de un Viaje Inolvidable Parte II -Jerez-

En tierras gaditanas está una de las mayores joyas para los buenos amantes del vino nos referimos como no podía ser de otra manera al Marco de Jerez, la primera parada dentro de nuestro viaje fue en Jerez de la Frontera, sinónimo de arte, embrujo, pasión, felicidad…tierra del flamenco donde el recuerdo de un “zapateao” al son de una guitarra española eriza mi piel y el sentir del cante me hace estremecer.

Jerez es versátil y para todos los gustos puesto que allí está ubicada la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre donde se encuentran caballos de razas como Pura Sangre Española o Caballo Andaluz, Cartujana o Jerezano para los amantes de la hípica y como dice un eslogan publicitario tierra de motos, donde se da lugar el evento motero del Gran Premio de España de Motociclismo donde cada año se desplazan al Circuito de Jerez miles de personas.

A nivel enológico y para los amantes del vino es el templo de los templos, los vinos de Jerez son únicos en el mundo y poseen unas características organolépticas identificativas, estos vinos sublimes son más apreciados, elogiados y a la vez envidiados fuera de nuestras fronteras, han viajado por todo el globo terráqueo siendo nuestro mejor embajador. Como bien decía Alexander Fleming: “Si la penicilina cura las enfermedades el Jerez resucita los muertos”. Bodegas centenarias a pie de calle llenas de botas de vinos finos, amontillados, olorosos, palo cortado, cream, Pedro Ximenez, emblemáticos destilados y vinagres de Jerez hacen que la historia se palpe en el ambiente de la ciudad, los lugareños tienen una gran cultura fomentada por la cantidad de Tabancos que podemos encontrar para disfrutar de tal exquisitez gozando de una copita recién servida rebosante de esencia y tradición.



Sus campos con tierras albarizas, cepas de Palomino y PX, estas últimas sometidas a un “Asoleo” que consiste en deshidratar las uvas extendidas al sol para la luego hacer los tan deliciosos PX y Cream. Elaboran sus vinos con el tradicional sistema de Criaderas y Soleras como procedimiento dinámico de envejecimiento, disponen las botas en hileras de diferentes alturas las de abajo son soleras y contienen el vino más envejecido a partir de ahí hacia arriba se van formando las criaderas para luego ir trasegando el vino y proceder a su posterior embotellado en rama. Hace unos años el consejo regulador de la denominación de origen Jerez-Xérèz-Sherry creo dos categorías especiales de vinos de Jerez con vejez calificada a través de las siglas VORS (Very old rare Sherry) estos vinos tienen una media de envejecimiento de más de 30 años y VOS (Very old Sherry) y en este caso la media de envejecimiento es de más de 20 años. En algunas etiquetas de los vinos que os vamos a mostrar las observareis.



Visitamos Bodegas Tradición a través de la encantadora Ana Conde y de la mano de Sabrina Melcher que nos enseñó con mimo cada rincón de la bodega, la cual fue fundada en la última década del S. XX más concretamente en el año 1650, tienen una producción limitada donde todo el proceso de embotellado de sus botellas, todas numeradas, se realiza de manera manual. Posee la bodega un tesoro único, una pinacoteca con obras de Velazquez y Goya entre otros, es una de las colecciones privadas de pintura más importantes del país. Allí catamos su amontillado, Oloroso, Palo Cortado, Pedro Ximenez y los brandies Gran Reserva y Platinum Solera gran Reserva. En toda su gama buscan la franqueza de los vinos de Jerez.



Difícil para cualquiera quedarse solo con uno de ellos, así que nombraré esos 2 que más me tocaron la fibra, su Amontillado Tradición VORS con una edad media de 45 años mostraba la salinidad de manera elegante e integrada, meciéndose en una especie de baile eterno con las notas de frutos secos. También excepcional su Pedro Ximenez Tradición que muestra que la fuerza no solo se muestra dejando de lado a la elegancia, café, cacao, regaliz negro, tabaco, caramelo, cascar de naranja entran a tu boca sin pesadez pero con untuosidad y expresividad. No obstante como indicamos escoger su Oloroso Tradición con aromas a tabaco y frutos secos o su Palo Cortado Tradición por su avellana y notas de pastelería ofrecen siempre la misma garantía de calidad y dejarse acariciar por sus brandys forma parte de una experiencia sin parangón.



Estando en Jerez no podíamos de dejar de visitar Bodegas Gonzalez Byass-Tio Pepe para ver al majestuoso y más afamado de los tíos “El Tio Pepe”, gracias al inefable Juanma Terceño y de la mano de una gran profesional como es Maribel, la cual, nos guio con una trato exquisito por las amplísimas instalaciones. Es una de las bodegas más importantes de todo el territorio nacional firma reconocida internacionalmente que ha sabido conservar el espíritu emprendedor de sus antepasados generación tras generación basándose en la constancia en el trabajo, nombre de una de las bodegas del complejo e inspiradora de su bodega ubicada en Otero (Toledo).



Un paseo por sus bodegas es ese tipo de vivencias y experiencias inolvidables para los amantes del vino. Los Apóstoles de 1857 con su majestuoso Cristo, 16,500 litros equivalente a 33 botas rodeado de los apóstoles preciosas botas grabadas y situadas como en La Santa Cena de Leonardo Da Vinci con la sustitución de Judas Iscariote por Matías. Los Reyes con botas firmadas a tiza por distintas casas reales y personalidades a nivel tanto nacional como internacional. La Real Bodega de la Concha de 1869 diseñada por Gustav Eiffel y dedicada a la reina Isabel II con sus 214 botas de Amontillado La Concha identificadas con la bandera del país donde podremos disfrutar de una copita de nuestro tío mas viajero e internacional. Los Gigantes de estilo más moderno pero no por ello menos majestuosa, La gran bodega de Tío Pepe, La Cuadrada, La Constancia con 175 botas en honor al 175 aniversario de la bodega, la bodega de destilados junto a la veleta más grande del mundo según el record Guiness, el cuarto de muestra impasible al tiempo desde 1887.



Aun es conservada intacta la sala de pruebas del señor Pepe donde se refugiaba a hacer sus “experimentos” y la puerta por la cual en aquella época daba paso a sus amistades para disfrutar de sus vinos en compañía, en la imagen superior se puede observar el sistema de candioteras utilizado antes del actualmente empleado sistema de solera y criaderas.



Una de las anécdotas más significativas es la de que en aquella época era tal la magnitud de trabajo que tuvieron que comprar las calles que cruzaban las instalaciones de la bodega al ayuntamiento para poder trabajar y trasladar adecuadamente las botas entre las instalaciones sin los obstáculos de los transeúntes, hoy en día una de esas calles llamada Calle Ciegos está considerada como una de las calles más bonitas del mundo.



Además de Tío Pepe y Viña AB probamos la gama VORS a saber Del Duque (Amontillado) con su señorial elegancia, verticalidad y esencia de flor, Apóstoles (Palo Cortado) que se proyecta en tu boca de manera exponencial desde su entrada con una complejidad majestuosa, Matusalén (Oloroso) con ese punto salino y fresco que hace que una copa te lleve de la mano hasta la siguiente y Noé (PX) con su volumen, amabilidad y longitud magnánima.



Finalizamos nuestras visitas por Jerez en Bodega Fernando de Castilla situada en pleno casco antiguo de Jerez gracias al acertado consejo de nuestro buen amigo Guillermo MDV autor del blog Y de vinos, qué...?. Nos recibió Fernando Romero con gran cordialidad mostrándonos un recorrido minucioso y detallado por toda la bodega, a golpe de venencia, de bota en bota mostrándonos todo el proceso, sus bondades y diferencias. Su objetivo es elaborar de vinos de Jerez, Brandies y Vinagres de manera artesanal y limitada. Pura filosofía.



La gama Classic aporta un valor añadido por calidad y precio pero su gama Antique requiere un detenimiento especial, en cada vino percibimos esos tiempos pausados del Jerez de antaño, embotellados directamente de la bota para mantener su pureza. El fino Antique parada obligatoria a todo venerador del Jerez más intenso, procedente de Pago Balbaina 9 años de espera para un “fino amontillado” sin igual, el estilo que Jan Pettersen quiso recuperar, inenarrable. Destacar aquí también su Oloroso Antique por ese carácter muy muy seco, la versión de oloroso que siempre me atrae más, su Amontillado y Palo Cortado Antique muestran la integración de esas largas crianzas biológicas sobre una oxidativas muy elegantes en matices y para el PX Antique volvemos a ese estilo de PX que te sorprende por su desparpajo en boca pese a los 399 gramos de azúcar por litro. Pasar por alto sus brandies sería un error imperdonable, integración máxima del alcohol con matices embaucadores, tampoco se les paso por alto al Equipo Navazos con esa bota nº 43.



En el siguiente artículo seguiremos por el Marco de Jerez más concretamente por Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Sta. María.

Diario de un Viaje Indovidable Parte I -Ronda-

A la hora de elegir el destino de un viaje para una ocasión especial donde poder combinar componentes turísticos, visitar lugares con encanto, pasión y disfrute enológico no dudemos en planificar nuestra ruta buscando el calorcito andaluz, la primera parada fue en la preciosa localidad malagueña de Ronda, un paseo por sus calles llenas de luz, arte, magia e historia, forman parte de esa listas de cosas por hacer alguna vez en esta vida. Sus gentes tienen esa mezcla tan especial de factores humanos, por un lado el carácter extrovertido tan propio del sur y a ello unen nobleza, cercanía y gran hospitalidad para con sus visitantes.

Ronda descansa sobre su famoso e impresionante tajo, el Tajo de Ronda no pasa inadvertido, todo aquel que observa el desfiladero desde la cima emite un sonido de exclamación. Verlo desde abajo nos permite disfrutar aún más de la bonita estampa.

Desde sus esplendidos miradores podemos visualizar sus amplios campos, trabajados y bien cuidados, uno de ellos es el “Mirador de Los Viajeros Románticos” el cual nos dirige la mirada hacia las hermosas sierras, entre ellas las del parque natural sierra de Grazalema esta serranía de Ronda está llena de mitos y leyendas sobre bandoleros. En nuestras pupilas quedan grabados los más bellos paisajes que la naturaleza nos puede ofrecer.


Un paseo por la Alameda del Tajo donde nos recibe una preciosa dama Goyesca nos hace esbozar una sonrisa de oreja a oreja, sintiendo la plenitud del aire limpio y puro haciéndose paso entre nuestros pulmones ensanchándonos en cuerpo y alma.

El monumento más característico es El Puente Nuevo, sobre la “garganta de Ronda” une la ciudad a través del desfiladero enlazando así la parte antigua con la parte moderna de la ciudad, el rio Guadalevin se abre paso entre el, desde sus entrañas un viaje virtual por la historia de Ronda nos hace teletransportarnos a tiempos pasados y conocer mejor la cultura Rondeña, sus gentes y costumbres.


La oferta turística es amplia y con innumerables actividades de ocio y monumentos, también destaca su riqueza gastronómica con platos típicos como calderetas, rabo de toro, pestiños o yemas del tajo, platos siempre aderezados con la gratitud de quien te los ofrece y sus vinos procedentes de una zona vitivinícola relativamente joven con el formato  actual pero con el gran bagaje histórico y personalidad propia.

Elegimos visitar dos de las dieciséis bodegas pertenecientes a la ruta de vinos de la Serranía de Ronda ambas con varios nexos de unión, primero la búsqueda de calidades máximas con un trabajo basado en el viñedo, segundo una pasión llevada al extremo por el mundo del vino y su cultura por parte de sus elaboradores y tercero un enólogo común para bodegas Lunares de Ronda y bodega Descalzos Viejos, hablamos de Vicente Inat.

En la bodega de la familia Morales, Pedro nos atendió mostrándonos esa pasión que le desborda cuando habla de viñedos, vinos y filosofía de vida, mucho más que una bodega. En Lunares de Ronda cuidan y respetan el viñedo, su terruño… sus raíces profundas.

Hablamos largo y tendido de la Tintilla de Rota, la virosis y la graciano, de cómo las DO a veces representan y otras veces solamente  “acogen” echándose en falta un apoyo más efectivo que efectista. Además pudimos probar sus vinos donde huye de barricas nuevas, levaduras seleccionadas y en definitiva de esos vinos que son de todos los sitios y al mismo tiempo de ninguno.

En Lunares blanco encontramos trabajo con lías y personalidad rompiendo con la ola comercial que inunda el mercado actual, en Lunares rosado nos sorprende por su alma de tinto y tanto en Lunares tinto como en Alto Cielo encontramos esa idea de búsqueda incesante de la franqueza en el vino, uvas y suelo, vinos para “beber” que cada día cuestan más de encontrar.

 Tuvo la gran generosidad de querer compartir con nosotros una copita de un vino que elabora de forma altruista con una auténtica joya rescatada como es la variedad perruna, antiguo cepaje autóctono de la zona. Nunca antes habíamos tenido la oportunidad de probar esa variedad y nos encantó. Nos sentimos unos auténticos afortunados.


A continuación visitamos una bodega llena de historia y es que es todo un privilegio su ubicación en un convento trinitario del S. XVI con vistas al tajo de Ronda, un trozo de cielo posado en la tierra, antiguamente utilizado como retiro espiritual para los monjes de la orden de Los Descalzos cuando entraban en edades avanzadas, de ahí el nombre de Descalzos Viejos, y que en la actualidad está instalada esta preciosa bodega que consta de una sala de barricas única por su belleza ante un altar donde restos de algunos oleos contemplan descansar sus vinos.

Disfrutan de un microclima único donde frutos tropicales son capaces de aguantar duros inviernos, un simpatiquísimo Kumquat o naranjo chico dicho en Andaluz que desprendía una fragancia digna de los mejores perfumes, nos hizo deleitar todos nuestros sentidos y sorprendernos aún más si cabía de los regalos que nos ofrece la naturaleza. Nos recibieron Paco y Flavio sus propietarios, y posteriormente disfrutamos de una larga jornada junto a Vicente Inat charlando y conociendo de primera mano los maravillosos vinos que elabora, estábamos tan a gusto que llegamos hasta el atardecer donde pudimos disfrutar la puesta de sol catando en la gloria.


En resumen encontramos una apuesta en la que suman a la garnacha y graciano las variedades foráneas que seguro a todos os están viniendo a la mente, en el recorrido de catas por la bodega encontramos ejemplos de elaboraciones donde se diferencia con claridad los tipos de suelos, calizos en sus mayoría pero siempre plenos de mineralidad incluso en los casos arcillosos. También nos sorprendió la evolución de la chardonnay con una añada vieja nos demostró que son vinos con recorrido y en el no pierden su personalidad diferenciadora.

Después nos dispusimos a coger nuestra maleta llena de sueños, cargada de experiencias increíbles y con el millar de sonrisas de cada persona que nos abrió sus puertas y nos dirigimos al templo de los templos: El marco de Jerez.

En la próxima entrega os hablaremos de como Jerez y sus bodegas nos embaucaron.