Mostrando entradas con la etiqueta Variedad Cencibel / Tempranillo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Variedad Cencibel / Tempranillo. Mostrar todas las entradas

Añada Acabada

Al ritmo de las armoniosas melodías que nos ofrecen los villancicos recibimos desde Catacaldos a la maravillosa señora navidad, mágicas fechas de gozo y disfrute para niños y adultos,  donde nos contagiamos los  unos a los otros de  risas,  alegría y felicidad,  nuestras  calles se engalanan  vistiendo adornos y  hermosas luces de colores, ofreciéndonos idílicos detalles para el corazón y las panderetas marcan la banda sonora de tan frenéticos días.

La familia que formamos Catacaldos iniciamos estas navidades al son de burbujas con

Jaillance Cuveé Imperiale Clairette de Die (varietales: Muscat y Clairette)
Amarillo verdoso con  finas burbujas,  muy aromático con  notas herbáceas a hinojo  y  romero, balsámico  y  cascara de lima. En boca entrada fresca, carbónico intenso pero amable, sabrosas notas a mandarina y melón, nos proporciona un final medio, perfecto equilibrio entre dulce y acido. Un estilo de moscato más fino pero pesado para tomar varias copas.



Después vinieron los tintos…

Treintamil Maravedies 2012 (varietales: Garnacha y Syrah)
El olor a corcho lo inunda todo, pasamos al siguiente.

Enrique Mendoza 2011 (varietal: Pinot Noir)
Rojo cereza de fina lágrima y capa media, nariz media con notas tostadas, fruta madura, pimiento rojo asado, monte bajo  y  levemente mineral.  En  boca tanicidad  marcada,  notas verdes  y regaliz negro, final medio-largo con intensa retronasal. Un Pinot poco Pinot, mediterráneo y denso.

Graciano de Guzque 2011 (varietal: Graciano)
Rojo cereza con reflejos violáceos y capa media-alta, nariz media con aromas a caja de puros, fruta negra madura y tomate asado. Entrada potente en boca, acidez marcada, notas a chocolate amargo. Quizás no su mejor añada pero recuerden es la graciano.

Malleolus 2008 (varietal: tempranillo)
Rojo cereza con ribete granate y capa media, intensa nariz con aromas a especies negras, ahumados, recuerdo floral  a violetas, proteína, fruta negra y terroso.
En boca entrada suave, acaricia, excelente intensidad y gran cuerpo, sabroso con notas a canela en rama, excelente acidez, robusto con final largo. Mucha vida por delante para botellas como esta, maderas excelentes y con carga frutal, equilibrio en boca para este “majuelo”, traducción del latín de Malleolus.

El 2014 está llegando a su fin….el balance de esta añada acabada ha sido positivo porque aunque no nos haya tocado la lotería…tenemos el mejor premio que es el de formar un excelente equipo y poder ofrecerles a todos vosotros un pedacito de nuestro entusiasmo y pasión por el mundo del vino. El 2015 viene cargado de nuevos artículos donde seguiremos plasmando nuestras experiencias y buenos vinos.



FELIZ NAVIDAD Y QUE LA LLUVIA DE BUENOS PROPOSITOS PARA EL AÑO NUEVO OS PILLE SIN PARAGUAS.

The wine must go on

Tras un tiempo sin escribir retomo la actividad para encarar el último tramo de un año difícil en lo personal intentando salir de esta situación de angustia que muchos españoles vivimos en lo que a laboralmente se refiere con las consecuencias económicas que conlleva, en el sector de las telecomunicaciones, en el del vino, donde ambos convergen o en cualquier otro con tal de tomar un poquito de oxígeno.

Sin duda en lo concerniente a mi experiencia con el vino ha sido un año especial cimentado en tres pilares que han reavivado todavía más mi pasión por este mundo, cronológicamente son la visita a El pisón con Juan Carlos López de la Calle, después trabajar para Wines of Argentina junto a Nora Favelukes en el respaldo y servicio de vinos argentinos para la cata de vinos de Luis Gutiérrez, actualmente el hombre más buscado del panorama vinícola por bodegas españolas, chilenas y argentinas, para The Wine Advocate del influyente Robert Parker y por último pero no menos importante la invitación que recibí del equipo de enólogos de bodegas Iniesta para participar con ellos en la cata que direcciona los vinos blancos de la bodega que pronto encontraremos en las tiendas.

Estos pilares se cimentan sobre el centro de mi universo, Cristina con su tierna paciencia, con su sonrisa dispuesta y positividad. También imposible sin la familia, la de sangre y la del vino a la que desde hace mucho forma parte el equipo de Coloquios del Vino y por los que últimamente me he sentido especialmente arropado, gracias a todos, Ángel Ramírez, Luis Jiménez y Joaquín T. Velasco, vuestra pasión es la que me ha inculcado esta semilla.

En estos días el frio congeló los post del blog pero no el ritmo de descorche, catas como una vertical de Finca Sandoval desde 2005 hasta 2008, una temática de mencías así como una en la que participaremos próximamente de albariños merecen detenimiento que encontrarán próximamente y hasta entonces y para no dejaros con mal sabor de boca os voy a comentar mis impresiones sobre algunos de los vinos a destacar de nuestras últimas experiencias.


Empezando por mi primer vino de 2013, un Sauvignon blanc de Marlborough, Orca Bay 2013, que si bien no es el icónico vino de esta zona aporta satisfacción basada en sencillez, de una de las subzonas más cálidas como demuestra su fruta tropical que se equilibra con aromas a lima y deja la parte verde típica de la variedad de fondo, a modo de telón. Es fresco, algo cremoso, amable y de trago fácil…a veces nos complicamos demasiado.

Seguimos con un isleño de Ycoden-Daute-Isora, de la zona oeste de la isla de Tenerife, Viñatigo Tintilla 2008 destaca por ese carácter terroso, denso, complejo y balsámico. La ceniza que nos trasporta a su terruño y una boca que empieza a abocarse pero que nos recuerda  la singularidad de los vinos canarios. Puede masticarse, debe disfrutarse.


Petit Hipperia 2010 creo que es el vino que puedes llevar bajo el brazo a cualquier evento con siempre el mejor resultado, unanimidad, gusta a todos, se bebe tan fácil y a la vez tiene fuerza pero esa fuerza no le hace olvidarse de enseñar matices de finura y elegancia…es un vino de muchos pequeños pasos, etapas que supera paulatinamente con destreza. Un leve punto de pimiento verde, proteico, balsámico que hace su trago más fresco, sabroso y a la par serio. Otros brillan más pero este cumple siempre.

Tempranillo del valle del botijas, en la sierra de la demanda y para más datos proveniente de  cepas de 1940 de una única parcela, “la ladera”, hablamos de Castrillo de Duero 2011 con el sello de Alfredo Maestro, la uva manda, la madera complementa, se aleja el vino de artificios y se acerca el vino a la franqueza y tradición. Fruta roja, golosinas, flores y un marcado perfil terroso, profundo, de suelos pobres. Excelente en su ataque, un vino intenso y carnoso.


Y para rematar el otro extremo, tempranillo de fuerza con barricas de tostados contundentes, Áster Finca el Otero 2006, que tras fermentar en barrica pasa 15 meses en barricas nuevas de roble francés, largo tiempo estuvo ya en botella y más largo podría haber sido porque no solo lo soporta sino que le beneficia, al darle el aire necesario es un vino que crece, concentrado y con una potencia capaz de armonizar con los platos más potentes. Tiene muchísima fruta negra, tanto en nariz como en boca y por su presencia y contundencia se entienden y asimilan al conjunto  intensas notas torrefactas, trufa, ceniza, vainilla, leves cueros y ahumados de corte salino. Para los que buscan impacto.

02 de diciembre de 2013

Bodegas Calar

Hoy catamos los vinos de una bodega ubicada en una de las zonas de Castilla-la mancha más propicias para el cultivo de la cencibel o tempranillo, Campo de Calatrava comarca que se extiende entre los Montes de Toledo y Sierra Morena y más concretamente hablamos de la finca Montanchuelos, perteneciente al término municipal de Granátula de Calatrava, a orillas del río Jabalón, ya sabéis clima continental con inviernos fríos y veranos calurosos, una oscilación térmica muy acusada entre el día y la noche y un régimen pluviométrico medio a algo más de 600 metros de altitud cuya principal característica edafológica es su origen volcánico que da lugar a suelos por sedimentación de materiales bien diversos como las cuarcitas y pizarras, gravas y arenas silíceas con una importante capa caliza, un paraíso para raíces profundas de viejas cepas de cencibel.


Con las bases dejadas por D. Juan José Moreno Alarcón nacido en nuestro bonito Riopar basadas en el lema “las cosas o se hacen bien o no se hacen” aúnan tradición y modernidad en la elaboración de sus vinos en esta zona de amplia tradición vinícola.

Vendimias de parcelas con baja producción en cajas de 10 kg. que rápidamente llega a la bodega, centro neurálgico del viñedo para pasar a la mesa de selección, despalillado, maceración en frío, fermentación en tanques de acero inoxidable a temperatura controlada, posterior fermentación maleoláctica y los vinos pasan a barricas mayoritariamente de roble francés. Embotellados como Vinos de la Tierra de Castilla están recogiendo los frutos del trabajo bien hecho con premios como la reciente medalla de plata en el Concurso Mundial de Bruselas para su Ábrego 2011.


Para Catacaldos de la mancha tras probar sus tres vinos que pasamos a detallar nos quedamos con que son vinos sabrosos, bien acabados, pulidos y redondeados con una consecución de objetivos adaptada a lo que pide el mercado, Cándalo 2012 un vino joven lleno de fruta y un tanino pulido que permite beber un par de copas a bajas temperaturas, su Ábrego 2011 un vino más tradicional que gusta a casi todos los públicos por lo envolvente que resulta, amable, maduro y con una barrica que aporta notas dulces y Calar del río mundo 2011 de corte más moderno con unas notas de barrica intensas, mineral y donde la fruta negra se apoya en buenas notas florales.

Vino: Cándalo 2012
Crianza: Vino joven sin crianza en barrica. Producción total de 8.000 botellas.
Precio: 4€         Puntuación: * * * * *  83/100

Nota de cata:

Rojo picota de ribete violáceo y capa alta. Limpio y brillante. Tinta la copa con su lágrima de tamaño medio que baja en la copa con rapidez.
Nariz de buena intensidad a ciruela y moras. Regaliz negro, suaves notas vegetales maduras y un toque de fondo anisado y floral.
Entrada fresca, acidez marcada con un toque cítrico. Tanino marcado, algo secante. Sabroso, con bastante cuerpo. Vino estructurado con jovialidad frutal y seriedad en cuanto a peso. Notas de fruta negra y vegetales en esta fase, por poner un pero en esta fase la fruta aparece algo más verde. Final medio.

Vino: Ábrego 2011
Crianza: 9 meses en barricas de roble francés y americano de segundo y tercer año. Producción total de 16.000 botellas.
Precio: 8€         Puntuación: * * * * *  84/100

Nota de cata:

Rojo granate con ribete rubí- Capa alta, lagrima fina y rápida.
Nariz de intensidad media-alta a pasas y auvados rodeados de un toque cítrico que recuerda a la naranja sanguina. Mazapán, plastilina, higo y fruta escarchada.
Entrada amplia, tanino rugoso, con mucho extracto seco y algo oleoso. Recuerdo a galleta maría, muy sabroso en boca y con una acidez apropiada y bien integrada en el conjunto. Laurel, corte tradicional y algo licoroso. Final medio-largo.

Vino: Calar del río mundo 2011
Crianza: 12 meses en barricas nuevas de roble francés. Producción total de 8600 botellas.
Precio: 16€         Puntuación: * * * * *  87/100

Nota de cata:

Rojo picota de ribete algo evolucionado pero conservando destellos cardenalicios.
Nariz intensa a aceituna negra, cacao, tinta china y ahumados. Oleoso, flores violetas y maderas nuevas.
Entrada intensa, muy sabrosa, acidez idónea, sujeta y complementa a la perfección el conjunto. Sabroso, elegante, de tanino marcado pero dulce y redondeado. Notas a grafito, especiados y madera sin tostar para acompañar a algo de fruta negra y esa flor y aceitunas percibidas en nariz. Final de buena duración.

06 de Julio de 2013

Rioja Alta 904 Gran Reserva 1997

Leer “Tres Siglos de Rioja Alta, S.A.” mientras se bebe uno de los vinos más emblemáticos, Rioja Alta 904 Gran Reserva de la añada del 97 es un placer de estimulación multisensorial irrepetible y altamente recomendable para aquel que ame el vino, la historia o ambas.

Como curiosidad saber que este Rioja Alta 904 Gran Reserva debe su nombre a un hito para la bodega ya que la bodega inicial que se fundo en 1890 (su otro Gran Reserva) y en 1904 se fusionó con bodegas Ardanza, la transformación en ambos casos pierden el uno inicial por la normativa sobre etiquetado, para evitar confundir el nombre con la añada propiamente dicha del vino.


Vino: Rioja Alta 904 Gran Reserva 1997
Bodega: La Rioja Alta, S.A.
Zona: D.O.Ca. Rioja
Variedades: Tempranillo 90% de las zonas de Briñas, Labastida y Villalba complementado con un 10% de Graciano de nuestras fincas Melchorón I y II de Briones y Rodezno.
Elaboración: Las uvas se despalillaron y maceraron posteriormente en frío. El mosto fermentó a temperatura controlada durante 14 días y realizó la fermentación maleoláctica durante 39 días en depósitos de acero inoxidable. Se crió en barricas de roble durante 48 meses con trasiegos cada 6 meses.
Precio: 30€
Relación calidad-precio: * * * * *
Puntuación: * * * * *  93/100


Nota de cata:

Rojo teja bastante homogéneo con una levísima degradación en su ribete. Capa media-baja. Brillante, lagrima lenta e incolora.

Nariz de buena intensidad a cacao, humo, trufa y hojas secas en otoño. Algo de higo, recuerdos aldehídos, carne de caza, café de puchero y coco.

Entrada fresca, alegre, con nervio, acidez idónea, cuerpo medio, tanino muy pulido y cremoso. Elegante, sutil, gran intensidad en retronasal, puro otoño, trufa por doquier y caramelo de café con leche. Amabilidad táctil que perdura en su final largo junto con un grato postgusto.

6 de junio de 2013

Rioja Alta, puro disfrute

Cuando alguien me pregunta que experiencia enoturística me ha marcado mas no dudo ni un instante en señalar mi primer viaje a la rioja alta, aquella vez fue a la bellísima villa de Laguardia pero lo que de verdad me caló fue un precioso paisaje otoñal de viñas vestidas de intensísimos colores, un espectáculo natural para el deleite. Allí sientes la magia entre sierras del respeto impregnado en el ambiente por la tradición.


En esta ocasión viajamos gracias a la propuesta de la bodega Torre de Oña del grupo rioja alta que nos invitó a visitar la bodega tras disfrutar de sus vinos durante el encuentro Verema celebrado en Valencia, esta vez coincidió el viaje con los primeros brotes de la viña en una primavera climatológicamente complicada y volvimos a disfrutar de las buenas gentes que habitan esas tierras, de la medieval villa de Laguardia y de unos vinos que invitan al disfrute máximo rodeado de grandes amigos.

Si bien es justo nombrar que nos alojamos en una acogedora casa rural ubicada en Labastida, Lur Mendi cuyo edificio data del siglo XVIII.

Torre de Oña, ubicada en Páganos fue nuestra primera parada, Inma Bezunartea se encargó de que todo saliera a pedir de boca, se trata de una bodega tipo “chateau” francés, con una casa palacio (con 5 suites) y la bodega rodeados de 75 Has. de tempranillo y mazuelo. Uno de los aspectos que más llamó la atención es como en las fotografías aéreas que se realizaron tras la reparcelación de la finca dejan ver, bien a las claras, zonas de tonalidades más claras en forma de riachuelos dados por esas corrientes subterráneas procedentes de sierra Cantabria que tan beneficiosas resultan al viñedo.


Pudimos catar 3 vinos de la bodega, Barón de Oña 2005, última añada siguiendo la manera tradicional de elaboración y los Torre de Oña 2007 y 2008 que suponen un giro basado en este plan de parcelación que hemos comentado. Barón de Oña mostró expresividad en un corte más clásico (fabuloso) mientras que ambos Torre de Oña respetan más esa fruta que hace tan especial la zona vitivinícola en la que esta encuadrada, con un corte más moderno y remozado. Tras ello disfrutamos de una estupenda comida maridada con los vinos de la bodega que resultó el colofón a una jornada inolvidable.


Tras la comida un paseo por Laguardia ayudó a una buena digestión y recargar las pilas por parte del grupo antes de visitar la bodega Artadi de la mano de Juan Carlos de la Calle, alma mater de esos vinos de gran personalidad reconocidos por toda la comunidad profesional y por los más exigentes catadores, Viña el Pisón, La Poza de Ballesteros, Valdeginés y El Carretil, bien como vinos de parcela o estos últimos en forma de Pagos Viejos, ensamblaje de estos.


El trato no pudo ser más cercano y disfrutamos de un Juan Carlos donde más le gusta estar, a pie de viña compartiendo ese amor por la tradición que su abuelo inculcó a su padre y que él ahora transmite a sus hijos. Probamos algunos de estos vinos que os he contado junto a su esposa en lo que fue una velada inolvidable, no quiero entrar mucho en profundidad a describir cada vino pues desde el joven hasta el más alto de gama llevan por bandera una nobleza frutal apabullante, simplemente la exquisita magia de la sencillez.


Al día siguiente un concepto distinto de bodega nos esperaba, una bodega a la que mensualmente llegan miles de visitantes y que con su museo de la cultura del vino intenta devolverle al lugar parte de las grandes alegrías que esta les ha proporcionado durante generaciones, como a estas alturas ya todos habréis adivinado me refiero a Dinastía Vivanco, en Briones.


Un largo paseo por sus 7 departamentos hacen de la visita al museo una actividad imprescindible para cualquier enochalado y muy entretenida para todos aquellos a los que todavía no les ha picado el gusanillo, a saber:
0-     Rioja: El vino de una Tierra. (Proyección audiovisual inicial)
1-     Nacer, crecer, madurar…
2-     Guardar las esencias.
3-     La bodega. El sueño.
4-     El vino: Arte y símbolo
5-     Abrir, servir y beber.
6-     El Jardín de Baco (Con más de 200 variedades distintas)


Tras esto visitar su bodega y disfrutar de sus vinos es como un camino de rosas, salvo para los pies ya que el museo requiere de una buena cantidad de tiempo dedicado que no pasa sin dejar cierta huella. Su colección de varietales resulta lo más atractivo, ese dulce (de invierno), esa graciano y la mazuelo son muy atractivas para la cata y con ellas podemos experimentar maridajes que proporcionaran buenas alegrías.


En definitiva 3 palos bien distintos y a la vez todas con un atractivo innegable, una tierra acogedora donde el vino es respetado, donde cada viña es patrimonio…donde todo amante del vino sale reconfortado.

Gracias Torre de Oña
Gracias Artadi
Gracias Dinastía Vivanco

¡Gracias Rioja Alta!