Inquietud enológica basada en la personalidad propia

Nos reconforta en tiempos difíciles de economía bajo mínimos y cultura de arranque subvencionado, que esta acción de arrancar de la tierra nuestros valores enológicos de mayor importancia, esas cepas tan viejas de rendimientos bajos pero que sin embargo nos dan gloria bendita en forma de excelentes vinos, que las bodegas con inquietud enológica verdadera y conciencia de legado a nuestros sucesores no apuesten por plantar insulsas cepas de Cabernet Sauvignon del clon X (podríamos decir otras muchas) que solo en caso de adaptarse al terreno, factor ya conseguido por muchas de esas cepas arrasadas sin piedad, con las cuales los buenos elaboradores serian capaces de obtener vinos correctos que se venden por el nombre varietal en todo el mundo pero que al descorchar no transmiten emoción ni representatividad, vinos que podrían elaborarse en cualquier lugar del planeta tierra con las condiciones meteorológicas para que la Vitis pueda producir sus frutos, todo ello con resultados similares dejando de lado la identidad y personalidad de nuestras propias variedades autóctonas.


Esas bodegas que apuestan por las variedades autóctonas dibujan una sonrisa y aportan tranquilidad a los integrantes de catacaldos de la mancha, y como consideramos que su labor no debe quedar sin premio, además de bebernos esos vinos con mucho gusto (jejeje), vamos a intentar hacernos eco de ellos en este blog porque creemos en la filosofía aplicada y esperamos que sea el camino a seguir por el resto de bodegas castellano manchegas sabiendo que aunque algunas de las variedades que nombraremos son minoritarias merecen el mayor de los respetos y oportunidades que otras tienen de cuna.

En nuestra amplia región encontramos variedades ya con un importante peso, conseguido tras mucho esfuerzo por elaboradores atrevidos que como estos en un día lejano ejercieron de punta de lanza para que hoy podamos disfrutar de grandísimos vinos como los elaborados con nuestra Bobal manchuelera, la Garnacha Tintorera de la zona almanseña o las tan de moda Garnachas toledanas, el resultado obtenido con estas ha animado también a dar la importancia que tienen a otras variedades que habían quedado en segundo plano por tener un perfil aromático algo más bajo pero no por ello menos interesante como por ejemplo la variedad Airén que antaño podría ser considerado casi como propio de ideas quijotescas elaboradores como Samuel Cano con su "Patio blanco" o Alejandro Fernández con su "Alejairen" han demostrado que esta variedad puede obtener buenos resultados incluso con crianza en barricas de roble cuando se trata con mimo y devoción. También nombrar la variedad Macabeo que cuando parecía perder peso frente a variedades foráneas demuestra cada día más que nos aporta buena fruta bien acompañada por el perfil fresco que aportan las notas cítricas de la misma así como una complejidad y peso en boca que para sí quisieran muchas variedades.


El propio Samuel Cano con su particular visión de respeto por el viñedo así como Bodegas El Linze incorporan en los ensamblajes de sus vinos tintos la variedad Tinta Velasco de cepas pre filoxéricas que aportan una acidez que sustenta el vino dándole frescor al conjunto que se complementa perfectamente con otras variedades como la Syrah.

También ensamblada aparece con muy "Buena Pinta" (como su propio nombre indica) la variedad Moravia Agria (60%) que Bodegas y Viñedos Ponce han acompañado de garnacha aportándole complejidad y estructura, saliéndose de la línea de bobales que les caracteriza pero sin perder un ápice de la calidad que sus seguidores conocemos y si esa es poca novedad pues se lanzan con un nuevo "Reto" (también reflejado en su etiqueta) , su primera elaboración de vino blanco para la cual no han elegido otra que la Albilla Castellana de brotación y maduración temprana (que obliga a temer heladas primaverales), aromas potentes y característico punto de dulzor agradable en el paso que persiste y además se encuentra bien compensado por un puntito amargo final.


De Bodegas Ercavio se conoce su buen hacer en la gama de vinos rematada por el espectacular "La Plazuela" ahora nos sorprenden con nuevo vino blanco, elaborado con la variedad Malvar, de colores pálidos, esta variedad puede recordar a la Airén pero con un perfil aromático superior, destacaríamos también su buena acidez y final amargo. Con una fermentación y crianza en barrica poco tostada durante 5 meses de modo que su aporte sea meramente un aporte de fondo que afecta primordialmente a la estructura, suavidad y paso por boca del vino han conseguido un vino atractivo y muy versátil para su maridaje.


Enhorabuena a todos.

0 Response to "Inquietud enológica basada en la personalidad propia"

Publicar un comentario