Cena y cata Pre-Feria de Catacaldos de la Mancha
El pasado día 31 de agosto tuvo lugar la ya tradicional cena/cata tras la cual detenemos temporalmente nuestro ciclo de catas semanales ordinarias durante el periodo de feria de nuestra ciudad, esto no conlleva que dejemos de reunirnos para seguir descorchando botellas y disfrutando con el vino, solamente que nos trasladamos al corazón del recinto ferial y nos dejamos llevar por la magia de nuestra feria participando de los eventos que promocionan la cultura del vino como las ya tradicionales catas comentadas organizadas por la D.O. Manchuela de la mano de Exitalia y visitando las bodegas-distribuidores que tienen su rinconcito en el recinto ferial.
La cata continuo con un cara a cara muy especial entre dos auténticos vinazos de esa variedad tan nuestra como es la bobal, La Casilla Viña Luján 2007 Vs Lo Necesario 2007, duelo entre quizás las mejores bobales de Manchuela y Requena (aunque su vino esta acogido a la D.O. Valencia), hablar de los vinos de Bodegas y Viñedos Ponce nos resulta muy fácil porque la filosofía de la bodega se plasma por igual en cada botella, calidad y crianzas ajustadas donde reina siempre la variedad bobal, La Casilla Viña Luján 2007 se mostró como ella solo sabe, con mucha clase, redonda y pulida con la fuerza necesaria y una crianza en madera que aporta matices elegantes pero no le resta protagonismo al perfil frutal típico de la variedad, un toque amargo termina de darle personalidad en una boca que te envuelve, engancha y enamora sin remedio y su recuerdo largo hace que jamás olvides un vino así.
La cena fue acompañada además de por estos vinos por un chardonnay navarro muy fresco y agradable, Palacio de la Vega 2010, donde su paso por madera (fermentación que no crianza prolongada) aporta estructura en boca pero no suma aromas que llegan a resultar cansinos como avainillados y tostados intensos, su nariz se mostraba mucho más dulce de lo que resulto en boca, con excelente tipicidad fruta tropical muy madura y notas a mantequilla, ideal para limpiar toda la tanicidad (nada verdosa) que habíamos degustado con los cuatro tintos previos.
La rica comida a la brasa con un chusmarro excelente y de buen tamaño, codornices (también a la brasa y riquísimas) y chuletas de cordero junto con otros como queso frito o chopitos rebozados formaron parte de una cena que tuvo como colofón un rico pudding de café. Como la compañía era inmejorable y la conversación apasionada una buena sobremesa nos llevo hasta tarde y quedamos emplazados para próximas veladas que os iremos contando.
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