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Bodegas Calar

Hoy catamos los vinos de una bodega ubicada en una de las zonas de Castilla-la mancha más propicias para el cultivo de la cencibel o tempranillo, Campo de Calatrava comarca que se extiende entre los Montes de Toledo y Sierra Morena y más concretamente hablamos de la finca Montanchuelos, perteneciente al término municipal de Granátula de Calatrava, a orillas del río Jabalón, ya sabéis clima continental con inviernos fríos y veranos calurosos, una oscilación térmica muy acusada entre el día y la noche y un régimen pluviométrico medio a algo más de 600 metros de altitud cuya principal característica edafológica es su origen volcánico que da lugar a suelos por sedimentación de materiales bien diversos como las cuarcitas y pizarras, gravas y arenas silíceas con una importante capa caliza, un paraíso para raíces profundas de viejas cepas de cencibel.


Con las bases dejadas por D. Juan José Moreno Alarcón nacido en nuestro bonito Riopar basadas en el lema “las cosas o se hacen bien o no se hacen” aúnan tradición y modernidad en la elaboración de sus vinos en esta zona de amplia tradición vinícola.

Vendimias de parcelas con baja producción en cajas de 10 kg. que rápidamente llega a la bodega, centro neurálgico del viñedo para pasar a la mesa de selección, despalillado, maceración en frío, fermentación en tanques de acero inoxidable a temperatura controlada, posterior fermentación maleoláctica y los vinos pasan a barricas mayoritariamente de roble francés. Embotellados como Vinos de la Tierra de Castilla están recogiendo los frutos del trabajo bien hecho con premios como la reciente medalla de plata en el Concurso Mundial de Bruselas para su Ábrego 2011.


Para Catacaldos de la mancha tras probar sus tres vinos que pasamos a detallar nos quedamos con que son vinos sabrosos, bien acabados, pulidos y redondeados con una consecución de objetivos adaptada a lo que pide el mercado, Cándalo 2012 un vino joven lleno de fruta y un tanino pulido que permite beber un par de copas a bajas temperaturas, su Ábrego 2011 un vino más tradicional que gusta a casi todos los públicos por lo envolvente que resulta, amable, maduro y con una barrica que aporta notas dulces y Calar del río mundo 2011 de corte más moderno con unas notas de barrica intensas, mineral y donde la fruta negra se apoya en buenas notas florales.

Vino: Cándalo 2012
Crianza: Vino joven sin crianza en barrica. Producción total de 8.000 botellas.
Precio: 4€         Puntuación: * * * * *  83/100

Nota de cata:

Rojo picota de ribete violáceo y capa alta. Limpio y brillante. Tinta la copa con su lágrima de tamaño medio que baja en la copa con rapidez.
Nariz de buena intensidad a ciruela y moras. Regaliz negro, suaves notas vegetales maduras y un toque de fondo anisado y floral.
Entrada fresca, acidez marcada con un toque cítrico. Tanino marcado, algo secante. Sabroso, con bastante cuerpo. Vino estructurado con jovialidad frutal y seriedad en cuanto a peso. Notas de fruta negra y vegetales en esta fase, por poner un pero en esta fase la fruta aparece algo más verde. Final medio.

Vino: Ábrego 2011
Crianza: 9 meses en barricas de roble francés y americano de segundo y tercer año. Producción total de 16.000 botellas.
Precio: 8€         Puntuación: * * * * *  84/100

Nota de cata:

Rojo granate con ribete rubí- Capa alta, lagrima fina y rápida.
Nariz de intensidad media-alta a pasas y auvados rodeados de un toque cítrico que recuerda a la naranja sanguina. Mazapán, plastilina, higo y fruta escarchada.
Entrada amplia, tanino rugoso, con mucho extracto seco y algo oleoso. Recuerdo a galleta maría, muy sabroso en boca y con una acidez apropiada y bien integrada en el conjunto. Laurel, corte tradicional y algo licoroso. Final medio-largo.

Vino: Calar del río mundo 2011
Crianza: 12 meses en barricas nuevas de roble francés. Producción total de 8600 botellas.
Precio: 16€         Puntuación: * * * * *  87/100

Nota de cata:

Rojo picota de ribete algo evolucionado pero conservando destellos cardenalicios.
Nariz intensa a aceituna negra, cacao, tinta china y ahumados. Oleoso, flores violetas y maderas nuevas.
Entrada intensa, muy sabrosa, acidez idónea, sujeta y complementa a la perfección el conjunto. Sabroso, elegante, de tanino marcado pero dulce y redondeado. Notas a grafito, especiados y madera sin tostar para acompañar a algo de fruta negra y esa flor y aceitunas percibidas en nariz. Final de buena duración.

06 de Julio de 2013

Encuentro de foreros de Verema.com en Finca Constancia

El pasado mes de junio los foreros de Verema disfrutamos del caluroso acogimiento y exquisito trato por parte del equipo de la toledana bodega del grupo González Byass.

Nos recibieron en el jardín con unas copas de Fragantia nº 6 elaborado con Moscatel y Fragantia nº 9 de la variedad Syrah, ambos vinos con aguja, muy agradables para estos días calurosos y enfocados a un público joven que empieza a disfrutar de la magia del vino.

Desde la terraza de la bodega oteamos el viñedo, nunca mejor dicho ya que este verbo es generatriz del nombre de la población que puede verse desde la misma bodega, Otero, cual Altozano, segunda marca de la bodega que viene a significar una planicie ubicada en el punto más alto, hasta un total de 200 hectáreas de viñedo influenciados por los ríos Alberche y Tajo franqueados por la sierra de Gredos al norte y los montes de Toledo al sur.

Finca Constancia cuyo nombre proviene de la primera bodega del grupo González Byass en Jerez se observa magníficamente parcelado desde este punto, tarea llevada a cabo por D. José Ramón Lissarague  y el equipo de viñas de la bodega matriz del grupo llegando a una diferenciación de hasta 79 parcelas dentro de la ondulada geografía del terreno con buena diversidad y proporcionalidad de componentes del suelo (Arcillas, caliza, granito y arena), este minucioso trabajo viene seguido de una estudiada selección de cada patrón y porta injerto según las peculiaridades de cada una de estas parcelas. Este trabajo no cesa gracias al jardín experimental que encontramos junto a la bodega donde además de las variedades ya presentes en la finca se experimenta con otras como la Zinfandel, Barbera, Montepulciano, Malbec o Touriga Nacional así como diversos sistemas de poda y conducción donde encontramos salvo el típico emparrado gallego la mayoría de opciones posibles Sprawl, cortina, doble cortina, Smart Dyson, Scott Henry, Lira, Guyot, doble guyot, sistema bordelés (las hileras separadas entre sí 1 metro)…hasta el anárquico y difícil sistema de no poda cimentado en la adaptación durante años de la planta hasta conseguir su propia autorregulación.

La bodega diseñada por D. Gonzalo Tello está realizada en tres materiales según la labor que se desempeña en su interior, metal para la sala de elaboración donde encontramos 100 depósitos de fermentación, madera recubriendo la sala de crianza y cristal para la sala de embotellado. También cabe destacar que la bodega esta semienterrada de modo que tras la vendimia manual en caja de 15 kg. el proceso de la uva se maneja por gravedad favoreciendo de este modo la máxima calidad en sus vinos top mientras que para los vinos procedentes de vendimia mecanizada este se realiza con nocturnidad (sin alevosía) entre las 00:00 y las 08:00 horas aspecto también determinante para obtener buenos resultados.
La bodega en sus procesos se vale de los mal llamados OVIS ya que estos de voladores tienen poco, se mueven mediante ruedas con lo cual sería algo así “como objeto rodante identificado” y para la limpieza de los depósitos de fermentación se utilizan orugas que entran en ellos y los descuban.

Su parque de barricas se sitúa en torno a 100 unidades de las que destacan las destinadas al Parcela 52 donde se fermenta una parte de la variedad verdejo destinada a este vino, son barricas de 500 litros de Radoux con un orificio en su parte superior que permite introducir un sistema de frio que permita el control de temperatura de la fermentación dentro de la barrica.

En la sala de embotellado trabajan tanto con corcho como con rosca según los mercados y el proceso esta mecanizado y controlado con una gran cantidad de sensores de todos y cada uno de los aspectos a tener en cuenta hasta la propia formación completa del palé.

Su producción media por hectárea ronda los 4.000 kg de uva llegando a unos 5.000kg con la variedad tempranillo y apenas alcanzan 2.000kg con la Chardonnay, por otro lado la capacidad total de elaboración de la bodega es de hasta 3,5 millones de kilos de uva si bien el limite alcanzado hasta la fecha y en previsión de mantener esta misma línea se sitúa en torno a 2 millones de kilos.

Tuvimos el gusto durante la visita de catar todos los vinos de la línea Finca Constancia incluido uno no comercializado proveniente de cepas viejas en vaso de Garnacha que fueron descubiertas durante la reparcelación del terreno, además realizamos un divertido ejercicio para diferenciar las variedades por sus hojas y también catarlas a ciegas, ya sabéis ese ejercicio de humildad tan necesario…rematamos una gran jornada con una comida llena de tradición y arraigo regada con algunos de los vinos de la bodega.

El trato fue excelso, nos sentimos como en casa, queridos y mimados tanto Beatriz Paniagua su enóloga como el resto de su equipo son grandes profesionales que luchan día a día por seguir creciendo. Recomiendo a todo aquel que tenga la oportunidad de acercarse no lo dude ni un instante, lo disfrutará a buen seguro.


Si tuviera que escoger entre los vinos catados diría que ese Finca Constancia Parcela 52 de la variedad verdejo parcialmente fermentado en barrica supo conservar el carácter varietal de la verdejo aportando con su paso por barrica lo justo y necesario, redondeándolo y dándole estructura pero sin convertirlo en un caramelo de vainilla. Finca Constancia Parcela 12 por la fuerza y sabrosura de una graciano que se adapta como anillo al dedo a la zona con grandes resultados y como no su Altos de la Finca por la finura de su ensamblaje que mentalmente casi emparento automáticamente con esta zona, de este os adjuntamos la ficha de cata a continuación:

Vino: Altos de la finca 2010
Variedades: 60% Petit Verdot y 40% syrah. Selección de las mejores uvas de las parcelas más altas de la finca.
Elaboración: Fermentado en tanques pequeños a los que entra la uva por gravedad. 18 meses en barricas nuevas de roble francés.
Precio: 15€
Relación calidad-precio: * * * * *
Puntuación: * * * * *  87/100

Nota de cata:

Rojo cereza con ribete apicotado de capa media-alta. Limpio, brillante, tinta la copa con su lágrima fina, lenta y coloreada.

Nariz de buena intensidad a fruta negra, excelente madurez, flores violetas, pimienta rosa, frutería y aromas a plátano. Cacao en polvo, menta fresca y manzanilla real para completar una nariz atractiva.

Entrada amable, acidez idónea, chocolateado, algo terroso y con mucha fruta negra. Tanino muy pulido y agradable, vino de gran sabrosura que deja ver notas de caramelo de café con leche, con cuerpo, elegancia, muy Syrah en esta fase. Final largo, intenso en retronasal.

Dehesa de Luna y su gran parcela "La Cañada del Navajo"

Dehesa de Luna es una bodega albaceteña situada en el término municipal de La Roda, en el noroeste de la provincia. A unos 800 m. sobre el nivel del mar, con un clima continental con influencias mediterráneas y sobre suelos pobres y calizos encontramos 80 Has. de viñedo con un futuro prometedor enmarcados en una finca de 3.000 Has. donde podremos encontrar hasta 5 aldeas.

El trayecto desde que dejas el asfalto hasta que llegas a la bodega, unos tres km. de caminos, ya es una gozada y te predispone para disfrutar, monte bajo manchego, conejos y perdices cruzándose a nuestro paso y agazapándose en los matorrales y las carrascas a la orilla de la pista, una preciosidad para urbanitas como nosotros. A la llegada nos reciben en la bodega María Nieto (enóloga) y José Luis Asenjo (Director Técnico), guiados por ellos nos acercamos a "La Cañada del Navajo", una parcela de viñas plantadas en 2008 con miras a crear un gran vino, personal y único.



Antes de hablar de "La Cañada del Navajo" es necesario hablar del resto de viñedos que encontramos en la finca. Se comenzaron a plantar viñas en el año 2001. Iniciaron el trabajo con cepas de Merlot y Tempranillo en la parcela "El Viñazo" y posteriormente, en el año 2003 en "La Mata de la Culebra" se introdujo Syrah y Cabernet sauvignon. Con estos dos viñedos comenzaron a producir en 2005 el vino "Dehesa de Luna", un ensamblaje de las variedades de estas dos parcelas. Más adelante también se elabora "Dehesa de Luna Tempranillo". Los vinos están acogidos a la I.G.P. Vinos de la Tierra de Castilla. Hasta aquí todo bien, pero los propietarios no se conforman con el buen nivel de la gama de vinos que elaboran y siguen en el empeño de conseguir un gran vino, "Gran Luna". "La Cañada del Navajo" se ha creado para eso, para que en un futuro se pueda elaborar un vino grande y con una marcada personalidad.

Nos encontramos a pie de campo en "La Cañada del Navajo" viñas jóvenes en terrenos sin labrar, plantadas en 2008 y que en esta época del año están en plena brotación, casualmente se estaban realizando tareas de poda en verde en el momento de nuestra visita. José Luis y María nos explican que el deseo de la bodega es crear con esta parcela un gran vino, complejo y con personalidad, y para eso se necesita un gran viñedo. No han escatimado en estudios del terreno y en el diseño del viñedo para llevar a cabo su objetivo. Para todo esto han contado con la colaboración del José Ramón Lissarague (eminencia tanto en docencia como en investigación, es Profesor Titular de Viticultura en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid). Como nos explican, eligieron "La Cañada del Navajo" por sus cualidades y características especiales y se plantaron viñas de Tempranillo, Cabernet sauvignon, Petit verdot, Graciano y Syrah sin olvidarse de diferentes clones de estas castas para ver en el futuro cómo evolucionaban.





A nosotros, simples aficionados, nos llamó bastante la atención cómo se ha aplicado la ciencia en este viñedo y, sobre todo, los diferentes sistemas de conducción; eje vertical, espaldera, sprawl, semi-sprawl...12,2 Has. de búsqueda incesante, de esfuerzo, minuciosidad y dedicación absoluta. Una autentica lección magistral de viticultura.

Regresamos a la bodega y una vez allí comenzamos a ver las instalaciones. De reciente creación, la cosecha de 2012 es la primera elaboración que se lleva a cabo en esta ubicación. Exteriormente es un edificio moderno, de tamaño contenido, sin estridencias y sin lujos pero muy funcional. La distribución interior también es sencilla, encontramos la zona de recepción de la uva a cota 1 para que entre por gravedad, el resto de la edificación a cota 0. Continuamos con la sala de fermentación que cuenta con tres tinos de roble de 3.000 litros, sobre una docena de depósitos de inox con doble camisa de frío y calor y la prensa vertical. La sala de barricas se encuentra a continuación y cuenta con control de temperatura y humedad. En el lado opuesto están dispuestos los botelleros, el almacén y una sala de etiquetado.


En la sala de barricas tuvimos la oportunidad única de probar el fruto que ya está dando "La Cañada del Navajo", con viñas de sólo cuatro años se están empezando a conseguir resultados óptimos y la bodega está  trabajando con las variedades, las tonelerías y los ensamblajes sin prisa pero sin pausa para conseguir ese vino único y personal que sólo verá la luz cuando se llegue al nivel de elaboración que la bodega desea.

Pudimos catar y comentar con María, Diego (bodeguero) y José Luis diferentes variedades de la añada 2012 que llevan en barrica desde enero. Fue una grata experiencia porque pudimos comprobar cómo cambia el mismo vino reposando en una barrica u otra y las diferencias entre las distintas castas de la parcela.  Todos los vinos probados eran de "la Cañada del Navajo". Catamos un par de vinos de cada variedad, cada uno de una tonelería diferente. Si no recuerdo mal las variedades fueron Syrah, Petit Verdot, Cabernet sauvignon y Tempranillo. En líneas generales, aún habiendo evidentes diferencias, nos encontramos  vinos que marcan bastante la variedad, frutales y que no aparentan proceder de viñas tan jóvenes. Las barricas son respetuosas con el vino, manteniendo bastante la fruta y aportando suaves tostados y especiados.








Para finalizar, esta vez en el laboratorio, catamos de la añada 2011 dos ensamblajes de "La Cañada del Navajo" con dos estilos totalmente diferentes fruto de las diferentes pruebas que se realizan en la bodega. Resultó impresionante comprobar que viñas plantadas el año 2008 estén dando estos resultados tan óptimos.
Nos encontramos una primera muestra con una nariz madura, especiada,  frutal y  balsámica. En boca muy agradable y fácil de beber, con un tanino marcado pero redondo. Intenso por retronasal, pimiento asado y recuerdos de crianza.
Por otro lado, la segunda muestra parece más especiada y menos balsámica en nariz pero aparece más seriedad con toques ahumados y minerales. En boca muestra una buenísima frescura que limpia la boca y un tanino más vivo que el primer vino. Con buena armonía general se muestra vertical, profundo y vigoroso.
En definitiva, dos estilos diferentes, uno más sencillo de beber y maduro y otro más profundo, fresco y potente.
En último lugar catamos un tercer vino 100% Cabernet sauvignon que nos hace descubrir que los balsámicos, pimientos y madurez de los dos vinos anteriores provienen de esta variedad, quizá en el primero en mayor porcentaje. Nos aparece un vino más hecho que los anteriores, con fruta roja madura, pimiento asado, carbón vegetal, café con leche, sabroso y pulido. Buen  final.

Por lo que pudimos ver en el campo y probar más tarde en bodega de las distintas variedades, tonelerías y ensamblajes, podemos decir que los vinos de "La Cañada del Navajo" están rozando con la punta de sus dedos la perfección, si bien el gran nivel de exigencia que los responsables de la bodega se han marcado hará que, tras la espera, obtengamos grandes satisfacciones. Como bien comentó Santi, "La Bodega Iceberg, bonito lo que se ve, impresionante lo que no se ve...pero se verá".

16 de mayo de 2013.

Dehesa de Luna 2010

Dehesa de Luna es una bodega joven que se está tomando las cosas muy en serio y que en pocos años, aún teniendo mucho que decir todavía, está consiguiendo muy buenos resultados en sus elaboraciones. En nuestra próxima publicación daremos fe de ello descubriendo su parcela más mimada, "La Cañada del Navajo".

Un ejemplo del trabajo que realizan es "Dehesa de Luna", un vino al que le seguimos la pista en Catacaldos de La Mancha desde su añada 2007 y que ha conseguido mantener una buena continuidad y uniformidad añada tras añada, la mejor arma para fidelizar al consumidor y, como en otras ocasiones hemos criticado, un aspecto a mejorar en muchas bodegas castellano-manchegas. Este 2010 os lo traemos aquí porque nos ha parecido una delicia en boca, redondo, sabroso y facilísimo de beber, esta muy bien conseguido y es ahí donde de verdad debe expresar, hablar y enamorar un vino, en boca. Porque el vino está hecho para bebérselo.


DEHESA DE LUNA 2010

Vino: Dehesa de Luna 2010
Bodega: Dehesa de Luna
Zona: V.T. de Castilla
Variedades: Ensamblaje de Tempranillo (40%), Syrah (40%) y Cabernet Sauvignon (20%). La variedad Tempranillo procede de la parcela "El Viñazo" y la Syrah y la Cabernet Sauvignon de "La Mata de la Culebra"
Graduación alcohólica: 14,5%
Elaboración: la vendimia se realizó entre el 1 y el 22 de octubre. La vinificación se realizó en depósitos de acero inoxidable, a temperatura controlada entre 22 y 28 grados y con un periodo de maceración de entre 15 y 21 días, según la variedad de uva y los objetivos enológicos perseguidos en cada una de ellas.
La fermentación maloláctica tuvo lugar en depósito y una vez finalizada, se llevó a cabo el ensamblaje. La crianza se realizó en barrica (80% roble francés y 20% roble americano) durante 6 meses.
Precio: 7€
Relación calidad-precio: * * * * *
Puntuación: * * * * * 85/100

Nota de cata:
Picota brillante sin degradación en el menisco, intensidad media-alta.
Nariz de buena intensidad, frutal -ciruela y cerezas en licor-, balsámica -regaliz y pino-, junto a unos suaves recuerdos a maderas tostadas, a lácteos y a proteína de carne.
Boca cremosa, fresca, muy redonda y equilibrada, tanino pulido y suave calidez que te recubre la boca. Retronasal con notas de cerezas en licor, regaliz, lácteos, suaves especiados, tostados y chocolate. Grato final que nos deja en boca durante un buen rato el recuerdo a cerezas en licor, chocolate y tostados.
Espectacular en boca y sencillísimo de beber.

Debido a su calidez, es preferible tomarlo a un máximo de 16 grados.

13 de mayo de 2013.

Nueva bodega en Albacete, Rodríguez de Vera

La bodega Rodríguez de Vera salta a la palestra con sus primeros vinos procedentes de la Finca Casalta ubicada en el termino municipal de Chinchilla de Montearagón desde donde esta familia con ya siete generaciones de viticultores aplica las mas modernas técnicas de viticultura y enología a un terroir situado a casi 1000 metros sobre el nivel del mar bien conocido por la sapiencia que otorga la observación y experiencia.

En una extensión de aproximadamente 20 hectáreas encontraremos diversidad de suelos donde cepas de Merlot, Petit Verdot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Garnacha Tintorera, Pinot Noir, Chardonnay en espaldera con sistema de conducción en cordón Royat. Para hacernos idea de su baja producción nos indican sus aproximadas 3.300 vides por hectárea producen entre 5.000 y 6.000 kilos.

La uva procedente de viñedos propios y vendimiada a mano llegará a una de las tres dependencias en las que se estructura la bodega, la sala de elaboración donde será sometida a una mesa de selección, allí además de los habituales depósitos de acero inoxidable con camisas de frío encontraremos un foudre de roble francés y 5.000 litros de capacidad. La sala de barricas y el botellero o “sala dormitorio”, donde se crían y afinan sus vinos, están también adecuadas para el óptimo control de temperatura y humedad.

En catacaldos de la mancha tuvimos el privilegio de catar sus vinos, incluido un blanco en rama de la variedad Chardonnay que todavía no esta en el mercado junto a su joven pero sobradamente preparado enólogo José Vicente Rodríguez de Vera que nos transmitió personalmente la franqueza que busca con éxito para sus vinos todos ellos con la calificación de Vinos de la Tierra de Castilla. Estas son nuestras conclusiones.


Vino: Rodríguez de Vera 2012 (muestra de barrica)
Variedades: 100% Chardonnay.
Graduación alcohólica: 14%
Elaboración: Fermentado en barricas de 300 litros de roble francés y de segundo año.
Precio: Desconocido
Relación calidad-precio: Desconocido
Puntuación: Sin valorar, necesita botella pero promete.

Nota de cata:

Amarillo limón de media intensidad, bastante denso y brillante.
Nariz de intensidad media-alta todavía en evolución, con protagonismo actualmente de notas a plátano verde (también sugus de plátano), frutos secos, sutilmente amielado con notas balsámicas que le aportan atractivo. Recuerdos a pomelo, vainilla y especiados.
Entrada amable, gran frescor, flores amarillas y cítricos de calidad. Algo untuoso, con buen recorrido y sabroso. Bastante elegante y con un final medio-largo con notas amargas que le aportan personalidad y facilitan un nuevo trago.

Vino: Rodríguez de Vera 2010
Variedades: 100% Merlot.
Graduación alcohólica: 13,5%
Elaboración: Fermentación en depósitos de acero inoxidable de 5.000 litros con 2 o 3 remontados diarios. Criado en barricas de roble francés durante 12 meses donde realizan la fermentación maleoláctica. Reposan en botellero durante 10 meses.
Precio: 8.95 € en www.akross.es/gourmet
Relación calidad-precio: * * * * * 
Puntuación: * * * * *  85/100

Nota de cata:

Rojo cereza algo apicotado, tinta la copa con su ribete bermellón cubriéndola de gran brillo.
Alta aromática media-alta con recuerdos a frutilla negra, cacao, suaves notas especiadas, resina y otras notas balsámicas. Al airear en copa muestra tierra húmeda, canela, curry y pimiento rojo asado con un fondo suavemente mineral de corte arcilloso.
Entrada intensa, sabroso, potente en retronasal, tanino dulce que tapiza la boca, vino con recorrido y bastante alegría en el paso. De nuevo fruta negra y cacao aparecen con papel protagonista sobre ese fondo especiado y balsámico. Alguna nota cítrica y un final de media duración. Varietal y con franqueza.


Vino: Sorrasca 2010
Variedades: 75% Petit Verdot y 25% Merlot.
Graduación alcohólica: 14%
Elaboración: Fermentación en depósitos de acero inoxidable de 5.000 litros con 2 o 3 remontados diarios. Criado en barricas de roble francés durante 12 meses donde realizan la fermentación maleoláctica. Reposan en botellero durante 10 meses.
Precio: 17.90 € en www.akross.es/gourmet
Relación calidad-precio: * * * * * 
Puntuación: * * * * 89/100

Nota de cata:

Rojo picota de ribete violáceo, cubierto y de lagrima lenta que muestra un vino bastante denso.
En nariz se muestra intenso, con un atractivo toque salino que acompaña al buen abanico de matices que posee el vino como son la fruta negra, café, violetas, piedra negra, ahumados y notas vegetales agradables.
Intenso en su ataque, marcada acidez que augura una buena evolución en botella. Tanino marcado que tapiza algo la boca pero que no deja sensaciones verdes aunque si la rusticidad típica y bien entendida de la variedad. Fresco con peso y mucha estructura. En cuanto a sus aromas son fieles a lo percibido en la anterior fase acompasando fruta y torrefactos con ese puntito salino que hace mas completas las percepciones en boca. Final medio-largo y muy buenas perspectivas para evolucionar en botella.

17 de Abril de 2013